Comenzó como un taxi pero con el aumento de pasajeros surgió en Lomas de Zamora un invento que posteriormente conocerían como colectivo
El colectivo es un transporte esencial en el Conurbano, tanto para cortas como largas distancias. Un servicio con 99 años de historia que cambió radicalmente la vida de los vecinos cuando apareció por primera vez en las calles de Lomas de Zamora, allá por 1923. La histórica línea 543 fue pionera en nuestro país con un recorrido que se mantiene hasta nuestros días.
Todo empezó en la década de 1920 y tuvo como protagonista a Teófilo Velayos, un vecino que se dedicaba a llevar pasajeros en taxi. Recorrer las calles de Lomas le hizo notar que hacía falta un transporte que pudiera trasladar a más personas. Fue así como nació el primer colectivo, que hacía un recorrido muy corto pero que se volvió fundamental para los vecinos de la zona.
Lee también: 30 años de una-peluquería histórica de Lomas
El legado de Teófilo sigue vivo a través de la empresa Yitos S.A., que todavía realiza aquel trayecto original. Su nieta Celina, vicepresidenta de la compañía, pertenece a la tercera de cuatro generaciones de la familia que trabajaron brindando este servicio.
Uno de los primeros colectivos que circuló por Lomas de Zamora.“Mi abuelo tenía taxis con unos primos que vinieron de España y estaba viendo cómo hacer para llevar más gente a la estación a tomar el tren. Un amigo tenía una concesionaria y él le fue a consultar como podía diseñar una carrocería más grande”, relató Celina sobre el comienzo del colectivo, y dio detalles de aquel primer transporte: “Era de madera, con motor, asientos a lo largo y no tenía vidrios. Tenía unas lonas que se bajaban por la lluvia, después eso lo fueron perfeccionando con vidrios”.
Lee también: Santiago Tucumán: «Lomas de Zamora, mi pago»
El primer servicio fue con tres coches que adquirió Teófilo. Él mismo manejaba uno y no tardó en hacerse conocido por todo el barrio. “Juntaban a varios y los llevaban. Cuando se pudieron organizar mejor, pudieron invertir en comprar coches. Ahí empezó a salir 5 centavos el boleto. Cuando se transformó en transporte público, hicieron un precio más barato porque viajaba más gente. Entraban 20 en el colectivo, cuando en un taxi entraban cinco”, detalló la nieta de Teófilo.
Poco después de entrar en funcionamiento, el colectivo adquirió carácter legal en 1923. “Tenemos la primera concesión de un colectivo en el país”, destacó Celina.El primer recorrido era bastante corto. Velayos contó que el mismo “iba de la estación de Lomas hasta la calle Frías”, trayecto que todavía existe a pesar de algunos cambios que se hicieron a partir de la urbanización de la ciudad.
Lee también: Guillermo Barrantes: mitos y leyendas urbanas
“Siempre salía de la estación e iba por Laprida derecho hasta Frías y volvía. Lomas fue creciendo y ese mismo recorrido se fue extendiendo. Fue variando por Oliden, con los años hicieron Laprida peatonal y entonces el colectivo empezó a ir por Boedo. Hace 99 años que estamos en la familia recorriendo esas calles. Lo que nosotros festejamos es que mantuvimos el recorrido siempre en los 99 años”, indicó la nieta de Teófilo.“Mi abuelo bajaba del colectivo y tocaba timbre”Así lucía uno de los primeros colectivos de Lomas de Zamora.
El propio Teófilo se encargó de manejar los primeros colectivos que él mismo había inventado en Lomas de Zamora. El recorrido era tan corto que no tardó en hacerse conocido y querido entre los vecinos. Por eso mismo, su servicio iba más allá del transporte.
“Como era chiquito y todo de barrio, si mi abuelo sabía que un vecino perdía el tren y se había quedado dormido, se bajaba y le tocaba timbre, o le tocaba bocina y le decía ‘Dale, despertate que perdés el tren, apurate’”, conto su nieta Celina a este medio sobre una insólita situación que se daba allá por los años ’20.
Lee también: Sorprendente hallazgo de un dron que se hizo viral
La llegada del colectivo a la región tuvo una gran aceptación de la comunidad lomense: “Estaban re contentos porque era una posibilidad de no ir caminando a la estación”. Asimismo, desde sus orígenes la empresa se caracterizó por generar lazos de amistad con los pasajeros. “Hoy en día hay gente que también tiene su chofer de confianza en la empresa, eso lo mantenemos”, afirmó Celina.
Celina Velayos, nieta del creador del primer colectivo, convivió toda su vida con este medio de transporte. Desde muy chica trabajó en la empresa que hoy la tiene como vicepresidenta. Ella es la tercera generación de las cuatro de su familia que trabajaron en Yitos S.A., nombre que adoptó la compañía en 2006.
Lee también: Laura Massolo Sus novelas llegaron de Turdera hasta España
“Mi papá tenía la empresa abajo de mi casa. Funcionaba en Sáenz y San Martín. Entonces yo a los 8 años ya atendía el teléfono. Decía ‘Velayos hermanos, buenos días’. Sabía usar el intercomunicador y todo”, recuerda entre risas.Y enseguida cuenta graciosas anécdotas con su padre: “Me sacaba del colegio para trabajar. Me decía ‘¿Hoy no tenés examen? Entonces en el recreo de las 9 te voy a buscar’. Y me traía a hacer la caja porque había faltado el cajero, por ejemplo. Sábados y domingos, con 11 años íbamos a aprender a hacer los paquetitos de monedas o los fajos de billetes para llevar al banco”.
Fuente: El Diario Sur