Luego de un complejo rescate, la vaca Estela encuentra refugio tras su dramática fuga por las calles de Temperley
Estela, la vaca que se convirtió en protagonista de una inusual y peligrosa fuga por las calles de Temperley, ya se encuentra a salvo en un nuevo hogar. Su historia comenzó cuando saltó de un camión que la llevaba al matadero, desatando una persecución que involucró a patrulleros y vecinos de la zona.
Daniela García es peluquera canina y rescatista, fue una de las primeras en intervenir. En diálogo con Lomas Conectado, relató el tenso episodio y el arduo trabajo para garantizar la seguridad del animal: «Estela saltó del camión que la llevaba al matadero, con el peligro que eso implica para ella y para la sociedad. Hay videos en donde se la ve corriendo por Pasco, donde casi choca una moto, y el resultado podría haber sido fatal», expresó García.
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Según recordó, la persecución ocurrió cerca de las 11 de la mañana. «Estaba en mi casa cuando pasó corriendo por la puerta con varios patrulleros detrás. Sin dudarlo, salí corriendo y la atraparon a dos cuadras de mi hogar», agregó.
Tras ser detenida, Estela fue trasladada por el equipo de zoonosis para recibir los primeros chequeos médicos. Daniela no estuvo sola en el rescate: vecinas, proteccionistas y especialistas se unieron para evitar que el animal fuera dañado.
«Cuando llegué al lugar, comencé a llamar a amigas y vecinos de la zona. Luego vinieron más proteccionistas y, gracias a todos, nadie le hizo daño en el lugar. Teníamos miedo de que fuera faenada», relató. También destacó el papel de Ana Tenagia y del equipo de zoonosis de Lomas de Zamora, describiendo su trabajo como «impecable».
Por cuestiones legales, la ubicación actual de Estela se mantiene en reserva. Según García, la vaca fue trasladada a una ONG donde estará en cuarentena y fuera de peligro.
De Temperley al refugio
La historia de Estela, la vaca que saltó de un camión rumbo al matadero y escapó por las calles de Temperley, continúa generando repercusiones. Daniela García, la rescatista que lideró el operativo, compartió nuevos detalles sobre lo ocurrido aquel día, subrayando la tensión y la movilización que permitió salvar al animal.
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Daniela, peluquera canina, nunca imaginó que su jornada laboral tomaría un giro tan inesperado. Estaba frente a su casa esperando a una clienta cuando vio pasar la vaca y decidió intervenir: «Yo estaba en la puerta, con mi ropa de trabajo: Crocs y ambo. Vi a la vaca pasar corriendo y a los patrulleros detrás. Sentí que la policía quería volcarla brutalmente, y aunque entendía que estaban desesperados para que no lastimara a nadie, me dio más pena la vaca. Sin dudarlo, salí corriendo detrás de ella», relató.
El operativo para detener al animal no fue sencillo. Según Daniela, unos 15 a 20 policías intentaban controlarla en la calle Esmeralda al 1100. Durante ese momento crítico, también se enfrentó a comentarios insensibles: «Algunos policías hacían chistes morbosos, diciendo que la llevábamos en pedazos o que la pondrían a dormir de un culatazo. Eso me desesperó, porque hace años no como animales, y estas situaciones me afectan mucho».
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Decidida a evitar un desenlace fatal, Daniela contactó rápidamente a proteccionistas y vecinas cercanas, quienes llegaron para documentar la situación y apoyar el rescate. Además, se comunicó con Ana Tenagia, directora de Zoonosis de Lomas de Zamora, cuyo rol fue crucial.
«Ana tuvo una actuación impecable. En media hora ya estaba en el lugar gestionando el traslado de la vaca. Fue una movida enorme, porque no tenían batán ni camión, pero lo resolvieron en conjunto con el área de Medio Ambiente del municipio». Estela fue trasladada a un refugio a unos 200 kilómetros, donde estará en cuarentena y a salvo.
Un final feliz bajo una sombra legal
Aunque Estela, ahora apodada «Estelita Valiente» por sus cuidadoras, está en libertad, su caso sigue siendo parte de un proceso judicial. Como explicó Daniela, los animales de ganado son considerados bienes y no tienen los mismos derechos que las mascotas, lo que complica su protección.
«Estamos juntando evidencias, como videos de la vaca corriendo por las calles, para demostrar el peligro que representó su traslado irresponsable. Esperamos que el dueño no reclame, porque enfrentaría denuncias, costos del operativo y una exposición social por lo sucedido».
A pesar de estos desafíos, la historia de Estela es un ejemplo de cómo la empatía y la acción conjunta pueden cambiar el destino de un ser vivo. Daniela concluyó: «Por suerte, esta vaquita tuvo un final feliz. Cualquier duda que tengas, puedo compartir fotos y videos del momento en que la subimos al camión y de cuando estuve con ella. Es una historia que merece ser contada».