Una nena creó un refugio en el jardín de su casa para mariposas monarca que se encuentran en peligro de extinción
Muriel Fernández Danyluk, una nena de tan solo 12 años y vecina de Lomas de Zamora, decidió tomar acción frente a la crisis ambiental que afecta a las mariposas monarca. Desde los 8 años, su interés por la naturaleza la llevó a investigar sobre cómo ayudar a estas icónicas mariposas, cuya población disminuyó drásticamente en los últimos años. Como resultado, la nena creó un refugio en el jardín de su casa para mariposas.
En una entrevista con Lomas Conectado, Muri, como la llaman, expresó: “Mi pasión por las mariposas surgió hace cuatro años. Siempre me había llamado la atención la naturaleza más que cualquier otra cosa, y uno de mis sueños fue salvar a alguna especie en peligro de extinción. Con el tiempo, me di cuenta que debía empezar por algo más cercano a mi hogar”.
Lee también:
- Apareció «Alita» el robot de competencia que se habían llevado por error
- 10 años de las Cuentacuentos del Hospital Gandulfo

Con la ayuda de su familia, Muri visitó el vivero Los Tilos, donde Tamara y Eduardo, los dueños, le enseñaron sobre plantas que atraen a las mariposas. Una de ellas, la Asclepia, se convirtió en el centro de su proyecto. Esta planta, que sirve como hospedera para las orugas de mariposa monarca, fue clave para que Muri lograra crear un refugio en su jardín.
Poco después de plantar las primeras asclepias, una mariposa monarca hembra depositó sus huevos en ellas, lo que Muri describió como «uno de los días más felices de mi vida». «A las semanas de poner un par de Asclepias en mi jardín, una monarca hembra, las cuales se diferencian de los machos por dos puntos negros que poseen los machos en la parte inferior de sus alas, llegó y depositó sus huevos en la planta», relató.

Con entusiasmo, explicó que las mariposas necesitan alimentarse cada 200 metros que vuelan, por lo que pequeños jardines con plantas que ofrezcan néctar pueden hacer una gran diferencia en su supervivencia. Las plantas con flor preferidas por las mariposas son Euryops chrysanthemoides “Margarita amarilla”, Lantana cámara o “Lantana”, Salvia guaranitica “Salvia azul” y Glandularia peruviana “Margarita punzó”.
SU COMPROMISO CON EL AMBIENTE
En cuanto a sus planes a futuro, Muri expresó su deseo de seguir una carrera vinculada con el cuidado de la naturaleza. “La verdad es que me gustaría bastante en el futuro seguir alguna carrera, una profesión, trabajo, etc., relacionado con la naturaleza y el cuidado de cualquier tipo de animales. Ya por experiencia, preferiría trabajar con insectos, en especial con lepidópteros (mariposas)”, comentó con entusiasmo.

Pero su compromiso no termina ahí. Además de cuidar las orugas, Muri documenta su desarrollo hasta que se convierten en crisálidas y luego en mariposas adultas. Para compartir su experiencia y concientizar a otros sobre la importancia de cuidar a esta especie, decidió crear una cuenta en Instagram: @Lasmariposasdemuriel. A través de esta plataforma, busca inspirar a más personas a contribuir al cuidado del medio ambiente desde sus propios hogares.
Un llamado a la reflexión: respeto por la naturaleza
Cuando le preguntamos qué le diría a la gente sobre la protección de las mariposas, Muriel reflexionó sobre el impacto de la vida moderna en el entorno natural. “Yo a la gente les diría que tengan respeto y cuidado con el mundo que nos rodea, más allá de nuestra vida cotidiana y las pantallas. Justamente por no comprenderlo bien, lo estamos destruyendo. La naturaleza es sabia y tiene su propio ritmo. Con el tiempo se puede recuperar, pero si complicamos ese proceso, podemos hacer mucho daño”, explicó.

Muriel también destacó la vulnerabilidad de las mariposas monarca frente a los cambios climáticos. “Tienen mucha sensibilidad a los factores como la lluvia o el calor intenso, pero sobre todo al frío. Hay que ayudarles proporcionando plantas tanto al sol como a la sombra, sin interrumpir su ciclo natural”.

Además, hizo hincapié en la relación entre los seres humanos y los insectos. “También mucha gente, no estoy juzgando a nadie, pero mucha gente le teme a los insectos. Y no creo poder quitar un miedo con palabras, pero no tienen nada que temer. A lo contrario a lo que mucha gente cree, No todas las orugas ni los gusanos ni los insectos son ponzoñosos. No todos tienen veneno. Depende de la especie, pero hay unas orugas que se pueden tocar. Somos nosotros los que debemos tener cuidado de no lastimarlas con nuestra fuerza”, señaló.