Datos estremecedores revelan que Anahí Benítez podría haber sido encontrada con vida y haberse salvado
¿Cómo es vivir con la verdad de que Anahí Benítez podría haber sido encontrada con vida y haberse salvado del macabro fin que sufrió? La joven de 17 años fue encontrada muerta en la Reserva de Santa Catalina, 8 días después de su desaparición, horas después de su muerte. Datos de la investigación indican que por un error en la búsqueda de su celular podrían haberla encontrado aún con vida.
La increíble incapacidad de quienes encabezaban la investigación, manipulada por la urgencia de soluciones exigidas debido a las ya próximas PASO de 2017. Un dato estremecedor surge del expediente: Anahí pudo haber sido salvada. Y fue informado por el defensor de Marcos Bazán durante su alegato.
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Las fiscales especializadas en Género, Verónica Pérez, de la UFIJ 3 de Esteban Echeverría, y Fabiola Juanatey, de la UFIJ2 de Banfield, intervinieron en el caso de Anahí Benítez. Ambas tuvieron la información suficiente como para haber encontrado a la adolescente dos días antes de que fuera asesinada el 3 de agosto de 2017.
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El 1 de agosto de 2017, 48 hs después de su desaparición, se realizó el pedido de localización a las empresas de telefonía celular. Pero lo hicieron mal. Enviaron un rango temporal erróneo, es decir, pidieron que se investigara en fechas en que aún no había sido secuestrada. Y además, pasaron mal un dígito del número de carcaza del teléfono (IMEI) de Anahí.

Las empresas respondieron de inmediato, pero por supuesto que el resultado fue negativo. El 4 de agosto, las fiscales detectaron el error y enviaron un nuevo pedido. Esta vez el 4 de agosto. La empresa Claro respondió de inmediato. El 31 de julio, un chip de esa empresa había reemplazado al original en la carcaza del celular de Anahí. Pero ya era tarde, siendo que Anahí había sido asesinada un día antes, según determinó luego la investigación.
Una verdad que duele
Durante el mediodía del viernes 4 de agosto, el cuerpo sin vida de la joven es encontrado en la Reserva Municipal de Santa Catalina. Según pudieron determinar las pericias, había sido colocado ahí unas 36 hs atrás y se estipulaba que la joven había muerto entre el miércoles por la noche y el jueves a la madrugada.
En la urgencia por encontrar un culpable, el 5 de agosto es detenido un profesor de Anahí pero es liberado días después, sin ninguna prueba en su contra. Pero alguien debía «caer». Al día siguiente es detenido Marcos Bazán, ocupante de una casilla lindera a la estación ferroviaria Santa Catalina, ubicada en el mismo predio donde se halló el cadáver. En un galpón de esa vivienda, el perro Bruno habría marcado una prueba. 5 años después se comprobó que era falsa.

Durante su presentación ante los jueces del Tribunal Oral 7, el abogado defensor de Marcos Bazán, Manuel Garrido, presidente de Innocence Project Argentina, reveló un dato terrible en todos los sentidos. Además, pone de manifiesto la increíble ineficacia de los líderes de la investigación, quienes se apresuraron en busca de soluciones para satisfacer a la entonces gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal (a solo 15 días de las PASO de 2017) y al procurador general, Julio Conte-Grand, a través de su representante, el fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera.
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Garrido venía de describir la serie de incongruencias y «falsedades» del adiestrador de canes Diego Tula, cuyo marcado a Bruno («el Messi de los perros», para María Eugenia Vidal) proporcionó la excusa para arremeter contra Marcos Bazán.
«Para colmo de males, existió otro hecho tan aberrante y tan grave que las fiscales intervinientes debían disimular, ocultar bajo los frondosos pliegues de la patraña del ‘hippie de los hongos’: Lamento tener que hacer referencia a esto que jamás debió haber ocurrido y le pido a los jueces que hagan un último esfuerzo para oír bien».

Y comenzó la explicación del tremendo error que de no haber ocurrido hubiera muy probablemente evitado la muerte de la adolescente. «El 1 de agosto de 2017, la fiscalía de instrucción requirió mediante oficio a la DAJUDECO (Dirección de Observaciones Judiciales de la Corte Suprema) que efectuara la geolocalización del IMEI 355519073676300 y se informara si impactó una nueva tarjeta SIM del 31 de julio al 1 de julio de 2017.»
Como advirtió Garrido, el «período es confuso ya que debió referirse al 1 de agosto de 2017 y no al 1 de julio. Esto hizo que el período de interés quedara fuera del requerimiento, ya que la interpretación más razonable de los destinatarios seguramente fue que el periodo requerido abarcaba del 31 de julio de 2016 al 1 de julio de 2017″. El abogado continuó explicando que las empresas respondieron ese mismo día en forma negativa.
Y subrayó la inmediatez porque si los datos no hubieran sido erróneos, ese mismo día habrían tenido la detección del cambio de chip y la ubicación.
El 2 de agosto, la fiscal Pérez envió la misma solicitud con datos erróneos al ENACOM. El 3 de agosto fue el propio Scalera quien insistió ante el ENACOM «con carácter muy urgente» utilizando los mismos datos erróneos.
El cambio se produjo recién al día siguiente, el 4 de agosto al mediodía, cuando alguien desconocido de la fiscalía advirtió el error. Y dejó «un cartelón» manuscrito, «allí se lee —contó el abogado— ‘355519073676306 IMEI CORRECTO’.
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La persona que verificó el número de IMEI no dejó una constancia documentando cómo se obtuvo el número correcto y con quién realizó la averiguación. Esto no cumple con la práctica usual en el ámbito judicial de documentar las investigaciones. «Más del desorden en que estaba sumida la causa. El número cambiaba el último dígito 0 por 6.
El 4 de agosto a las 5:13 pm, la fiscal Pérez recibió la respuesta de Claro, al fax que había enviado cuatro horas antes. El correo de Claro informaba sobre el primer impacto que habían detectado el 31 de julio. Correspondía a un cambio de chip en el celular de Anahí. La fiscal mantuvo el correo electrónico en su bandeja de entrada desde el 4 de agosto.
«Sorprendentemente, recién se solicitó la intervención del número que había impactado el día 10 de agosto a las 16.35 horas.»
En otras palabras, durante casi una semana nadie actuó en respuesta al dato urgente solicitado. La fiscal Juanatey solicitó 10 días después, al Juzgado de Garantías 5 la intervención del número del chip instalado en el dispositivo de Anahí.
Entre el 11 y el 13 de agosto establecen que desde ese número instalado en el celular de Anahí se realizaron dos llamados, ambos entrantes. El primero el 31 de julio y el segundo el 6 de agosto. La reseña que el abogado consideró «de una gravedad inusitada», es que la información correcta hubiera surgido el 1 de agosto y tal como quedó determinado, la muerte de Anahí que tuvo lugar el 3 de agosto a la noche, no hubise ocurrido.
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«La fiscalía no pudo dar con la pista adecuada en tiempo oportuno por la negligencia en confeccionar sus solicitudes. Debe tenerse presente que las empresas requeridas contestaron el mismo día 1 de agosto lo que se les pedía pero, claro, seguramente con un error sobre las fechas requeridas o bien sobre un IMEI que no era el correcto. La fiscalía pudo probablemente haber evitado el femicidio de Anahí si hubiera obrado con la debida diligencia. Ello no ocurrió».
Aunque ya tarde para rescatar a Anahí, el 4 de agosto ya tenían los datos de quienes estaban con su celular. «Insólitamente, pidieron la intervención de ese número recién el día 10 de agosto. Evidentemente, las fiscales habían estado distraídas, diseñando y concretando toda esta patraña contra Marcos Bazán», sostuvo el abogado.
Y agregó que «este procedimiento manifiestamente negligente, en un caso de tal gravedad, amerita sin duda que se examine la conducta de las y los fiscales mencionados a la luz de las normas vigentes en materia disciplinaria y de enjuiciamiento de fiscales». Para finalizar con que «todo este encadenamiento explica también la subsistencia absurda de la cortina de humo generada con la imputación a Bazán».
Triste desenlace
El 16 de agosto, luego de 4 allanamientos, encuentran el teléfono celular en una casa de Llavallol, ubicada a unos 600 metros del ingreso a la reserva natural donde apareció el cuerpo. Ese día es aprendido Marcelo Sergio Villalba, quién le había regalado a su hijo el celular de la joven con otro chip.
Con los resultados de nuevos análisis, el 28 de agosto la fiscalía estableció que Anahí Benítez fue abusada sexualmente mientras estuvo cautiva. Los rastros de semen encontrados en el cadáver de la adolescente son de Marcelo Villalba, uno de los dos detenidos por el crimen.