Un adolescente recibió una terrible golpiza en patota y botellazos en la cabeza, y permanece en estado crítico
A horas de conocerse la sentencia para los 8 rugbiers que golpearon salvajemente y mataron a Fernando Báez Sosa, otro caso vuelve a conmocionar a la región. Un adolescente de 16 años recibió una terrible golpiza en patota y botellazos en la cabeza para robarle. Permanece en terapia intensiva en estado crítico.
Se trata de Lautaro Cardenas, un adolescente de 16 años, estudiante y deportista, vecino de la localidad lomense de Villa Centenario. Lautaro fue agredido a golpes con una botella de vidrio por un grupo de delincuentes que intentaron robarle a su amigo.
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El hecho ocurrió el pasado domingo 5 de febrero a la madrugada cuando Lautaro estaba en una fiesta con un grupo de compañeros del colegio Estrada de Banfield, de entre 15 y 16 años. Al rededor de las 6:30 hs, Lautaro y sus amigos, salen camino a sus respectivas casa. Allí comienza la pesadilla.
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Dos autos, un Volkswagen Bora gris y un New beetle color amarillo, interceptan a los adolescentes con intenciones de robarles sus pertenencias. Al menos 3 sujetos «bajaron y empezaron a pegarle al amigo de tan solo 15 años» relató Alan, hermano de Lautaro.
Lautaro intentó intervenir para ayudar a su amigo y con total agresividad le dieron tres golpes en la cabeza con una botella de vodka. Rápidamente, los adolescentes logran escaparse y esconderse, pero lo peor estaba por venir.
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«Mi hermano corrió con ese golpe en la cabeza, llamándome que lo vaya a buscar urgente que los quisieron robar. Lo voy a buscar urgente. Al llegar a casa comenzó con vómitos y a querer dormir al punto de divagar y no estar consciente de sus actos, y después perder su conocimiento».
«Lo llevamos urgente a la guardia de la Clínica Boedo, los cuales lo atendieron de manera inmediata y detectaron un Hematoma Epidural muy avanzado. Se asombra el médico, que aún estaba con vida, ya que tenía un 99 % de sangre en el cerebro, con una fractura de cráneo que toco la arteria, la cual empezó a sangrar y colmó el cerebro».
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«Lo operaron de urgencia con los peores diagnósticos de nuestra vida. Le daban horas de vida, estaban muy sorprendidos que el seguía con vida». Lautaro hoy se encuentra «en terapia intensiva con respirador sin saber las secuelas que puedan llegar a quedar.