Este domingo, un tramo de casi 700 metro de las nuevas bicisendas aparecieron destruidas en Temperley que causó un gran misterio
Misterio por un tramo de casi 700 metros de las nuevas bicisendas que aparecieron este domingo destruidas, con la señalización y los bloques de hormigón removidos. Este circuito se comenzó a construir hace una semana en la localidad de Temperley, perteneciendo a un recorrido total de 22 km en el municipio.
Se trata del tramo que comprende desde la zona del hipermercado Coto y el parque Finky, construido en el marco de la Ley Provincial de Movilidad Sustentable. El mismo prevé una inversión de 224 millones de pesos para el tendido del recorrido que unirá estaciones de trenes y parques municipales.
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Los bloques y las señalizaciones removidas se vieron desde el inicio de las bicisendas sobre la calle Miguel Estanislao Soler; en un tramo de unos setecientos metros desde Pichincha hasta San Basilio. Los pedazos de material empleados para la demarcación de las sendas, que estaban amurados a la cinta asfáltica, aparecieron prolijamente depositados sobre las veredas.
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En tanto, este mismo domingo, el municipio organizaba una bicicleteada en modo de inauguración no oficial del recorrido en Banfield. Lo que parece ser un prolijo trabajo de desmontado, hizo que las bicisendas desaparecieran de esas calles y para sorpresa de todos, trabajadores del mismo municipio fueron quienes las habrían removido.

Según el presupuesto oficial asignado en octubre del año pasado, las bicisendas tienen un costo promedio de poco más de un millón de pesos por cada cien metros. Asimismo estas ciclovías estuvieron envueltas en una fuerte polémica vecinal; por un lado, una porción de los vecinos celebró el arribo de esas vías de circulación privilegiada para ciclistas.
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Mientras que otros grupo de vecinos, repudiaron el achicamiento de la calzada, la limitación de espacios para estacionar y hasta que la demarcación de la bicisenda no incluyó tareas mínimas de bacheo. En ese contexto, la destrucción de las bicisendas recién instaladas parece escalar la resistencia del sector vecinal que se opone a la obra y abrir interrogantes sobre el destino final del proyecto.