Soledad García busca a su madre biológica y ayuda a otras personas que también buscan su identidad biológica
Soledad García lleva años en la búsqueda de sus orígenes, un viaje profundamente personal que no solo apunta a encontrar a su familia biológica, sino también a ofrecer su ayuda y acompañamiento a otros que, como ella, están en busca de su identidad biológica. Su historia está marcada por un conjunto de recuerdos fragmentados, relatos familiares y, sobre todo, la firme convicción de que su verdad puede estar más cerca de lo que parece.
El relato de Soledad comienza el 25 de junio de 1979, cuando llegó a la casa de su familia de crianza en La Plata. Según le contaron, llegó en brazos de sus padrinos, Mirta y Hugo Vila, junto a Marieta Manasero y José Occhionero, sus tíos de crianza. Soledad pesaba 2.7 kg, tenía el cordón umbilical y sufría de ictericia, una afección común en recién nacidos. Según le dijeron, nació días antes en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora.
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Un detalle relevante es que Mirta Vila, su madrina de bautismo, trabajó en ese hospital hasta 1983, lo que conecta la historia con el entorno profesional de personas cercanas a ella. Se cree que por su madre y abuela biológicas entregaron a Soledad a su familia de crianza. Según los relatos, se habrían encontrado con José Occhionero el mismo 25 de junio de 1979, en las afueras del hospital.
Soledad menciona que los registros de partos del hospital Gandulfo no están disponibles. «Todo el mundo dice lo mismo que los libros e perdieron porque se inundó, se prendió fuego, lo comieron las ratas, y eso es reiterativo en cualquier hospital del país». A pesar de ello, Soledad no se rindió y depocitó muestras de ADN en diversas bases de datos como el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), Family Tree, MyHeritage y GEDmatch, con la esperanza de encontrar coincidencias genéticas que la acerquen a sus padres biológicos.
BÚSQUEDA DE SUS ORÍGENES
La familia de crianza de Soledad resultó un pilar de apoyo en su búsqueda. Desde pequeña, siempre le dejaron claro que no era su hija biológica, pero su vínculo con ellos sigue siendo inquebrantable. A lo largo de los años, ha recolectado fragmentos de información, como el hecho de que su madre biológica era muy joven y que probablemente provenía de la zona de Burzaco o Longchamps, donde la familia podría haber tenido una panadería. Estos detalles, aunque vagos, ofrecen pistas que Soledad sigue explorando con paciencia y esperanza.
Su caso es un ejemplo más de las miles de personas que buscan su identidad biológica en Argentina, país con una historia marcada por apropiaciones de menores durante la dictadura militar, aunque el caso de Soledad parece estar alejado de ese contexto específico. Sin embargo, su búsqueda refleja la complejidad y el dolor que rodea a quienes desconocen su origen.
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Soledad no está sola en este camino. A través de redes de apoyo y difusión, pudo acompañar y orientar a otros que también buscan respuestas sobre su pasado. La búsqueda de la verdad, aunque personal, se convierte en una causa colectiva cuando se comprende que encontrar la identidad no es solo un derecho, sino una necesidad emocional y psicológica para quienes vivieron bajo la sombra de la incertidumbre.
Su mensaje es claro y conmovedor: «Madre, padre, abuelo, abuela, tío, tía, hermano, hermana: Tu historia, es también mi historia y por eso te busco». Es una declaración que resume no solo su lucha por conocer su origen, sino también el anhelo universal de todo ser humano por saber de dónde viene.
«Tu historia, mi historia. Te busco»: buscadores de identidad
Soledad García no solo busca su identidad biológica, sino que también creó un espacio de apoyo para quienes, como ella, buscan sus orígenes. Su agrupación, «Tu historia, mi historia. Te busco», surgió con el objetivo de ayudar a otras personas en su misma situación, brindando orientación, compañía y una plataforma para compartir historias y recursos que pueden ser clave en la búsqueda de la identidad. Esta iniciativa ha permitido que cientos de personas se conecten con sus raíces, creando una comunidad de buscadores.
La agrupación tiene sus raíces en un proyecto que Soledad llevó adelante durante dos años: un programa radial transmitido por RealPolitik FM. Bajo el mismo nombre, el programa contaba historias de búsquedas de identidad y realizaba entrevistas a expertos y personas que podían ofrecer ayuda o recursos útiles para los buscadores. Aunque RealPolitik FM está principalmente orientado a la política, Soledad encontró un espacio para visibilizar estas causas. Sin embargo, con el tiempo, decidió continuar su labor de forma independiente, llevando adelante entrevistas y difusión de historias a través de transmisiones en vivo en Instagram, streaming y otros medios digitales.
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En sus programas y en la agrupación, Soledad y sus colaboradores narran historias de personas que buscan a sus madres, padres, hermanos, o familiares perdidos, a menudo en circunstancias que se remontan a las décadas previas y posteriores a la dictadura militar en Argentina. Es un trabajo «a pulmón», como lo describe ella, sin fines de lucro y con el único objetivo de facilitar el encuentro entre los buscadores y sus familias biológicas.
Identidad a lo largo de los años
El contexto histórico es crucial en estas búsquedas. Como explicó su madre de crianza, en la época en que nació Soledad, el tema de la identidad no se discutía como lo es hoy. El concepto de la identidad biológica tomó fuerza después de 1983, con el trabajo incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo. Fue durante la pandemia que Soledad se conectó con grupos de buscadores, lo que impulsó su deseo de colaborar con otros y crear la agrupación.
Además de los esfuerzos individuales, Soledad y su equipo han trabajado para que el Estado reconozca la necesidad de apoyar estas búsquedas. En 2022, lograron la aprobación de la Ley de Identidad de Origen en la provincia de Buenos Aires, un paso fundamental que permitirá avanzar en la búsqueda de identidad para miles de personas. No obstante, la ley aún espera su reglamentación, y continúa la lucha para que esta regulación sea una realidad.
Uno de los mayores desafíos que enfrentan los buscadores de identidad es el acceso al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). En 2009, una ley restringió el uso de este banco a los casos relacionados exclusivamente con la búsqueda de personas desaparecidas entre 1976 y 1983. Esto que deja fuera a miles de buscadores que nacieron antes o después de ese periodo. Hay más de 20,000 resultados negativos registrados en el banco de datos para el período de la dictadura. Hay una enorme cantidad de personas cuyos casos no están relacionados con esa época y no tienen acceso a cotejar su ADN en el banco nacional.
Para compensar esta limitación, los buscadores recurren a pruebas de ADN ancestrales, comprándolas de su propio bolsillo. Luego se envían a bancos de datos internacionales, como Family Tree en Estados Unidos, donde el ADN se compara con una base de datos mundial. Esto permite identificar coincidencias genéticas, incluso con familiares lejanos, como primos o parientes que residen en otros países. Soledad destaca la importancia de estas herramientas, ya que muchas veces, estos vínculos genéticos son la única pista disponible para acercarse a la verdad.
¿CÓMO ME CONTACTO?
Si querés contactarte, podes hacerlo a través de redes sociales como Instagram (@tebusco.ar), TikTok (@tuhistoriamihistoria) y Facebook («Tu historia, mi historia. Te busco»), Soledad sigue impulsando la visibilidad de los buscadores y conectando a quienes necesitan encontrar sus raíces.