El hombre estaba completamente fuera de sí
SIN PIEDAD. Un Villa Fiorito, un hombre que estaba borracho y drogado no tuvo mejor idea que desatar toda su violencia con un perro de la calle: comenzó a golpearlo salvajemente sin parar. Los vecinos que quisieron intervenir, obtuvieron amenazas e intentos de golpes. La situación fue tensa.
Ante la negativa del reo de dejar en paz al perro, los vecinos no tuvieron más opción que llamar a la policía. Al cabo de unos minutos, llegó el patrullero. Lo esposaron y cuándo estaban a punto de llevárselo detenido, otro grupo de vecinos que apareció de repente, intervino para que lo liberaran. Finalmente, no hubo detención y el sujeto se perdió por entre las calles del barrio.
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LOS ATAQUES AL PERRO DE LA CALLE
El hecho ocurrió a plena luz del día, en horarios de la tarde. La situación fue sumamente desesperante y cargada de violencia. En su propia realidad y con una total pérdida de conciencia, ató al perro con trapos y lo tiró al piso. Luego comenzó a pegarle patadas como si se tratara de una pelota de fútbol.
Inmediatamente los transeúntes que pasaban por allí intentaron evitar que continuara con dicha acción, no obstante, amenazó de muerte a cada persona que valientemente quiso frenar la golpiza. Una vecina, filmó todo el percance.

Cuándo llegó la policía, otro grupo de vecinos se metió en el medio y logró evitar que se lo llevaran detenido. Las autoridades lo largaron. Lo dejaron irse con el perro hacia rumbo desconocido. Quizás, lo siguió golpeando.