Gran Hermano endureció las sanciones y castigó donde más les duele por incumplir el protocolo de gritos
En una nueva vuelta de tuerca, Gran Hermano aplicó sanciones ejemplares a los participantes que incumplieron las reglas sobre los gritos provenientes del exterior. El reality fue contundente: el castigo impacta directamente en dos aspectos fundamentales para los jugadores, la comida y la actividad física.
El conflicto surgió luego de que un grito desde fuera de la casa hiciera referencia a Lourdes Ciccarone, una de las participantes. El mensaje, cuya interpretación se debatió entre los jugadores, generó especulaciones sobre si se trataba de un pedido de apoyo o una invitación a votarla. Más allá del contenido del grito, las reglas ya se habían quebrantado.
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Desde el inicio de la edición, Gran Hermano dejó en claro que los jugadores no pueden mencionar ni discutir los gritos que escuchan desde el exterior. Además, tienen la obligación de ingresar a la casa de inmediato al percibir algo de este tipo.
En la cuarta gala de eliminación, el “ojo que todo lo ve” emitió un comunicado dirigido a todos los participantes: “Una parte esencial del protocolo es la prohibición de hablar y hacer referencia a los gritos escuchados. No obstante, este fin de semana en varias ocasiones incumplieron esa orden. Por lo tanto, les notifico que habrá sanción”.
El anfitrión recordó que la semana pasada los jugadores ya habían sido castigados con la reducción del presupuesto semanal al 25% tras abandonar la prueba semanal. Como consecuencia del nuevo incumplimiento, anunció un nuevo recorte: “La semana próxima sólo contarán con el 50% del presupuesto en caso de que ganen el desafío correspondiente. Si pierden, tendrán el 25%. Y a esta sanción de los gritos les sumo otra: durante toda una semana desde este momento no podrán hacer uso del gimnasio”.
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Con un tono firme, Gran Hermano cerró su mensaje dejando en claro que las reglas son inquebrantables: “Comprendan que hay un reglamento”. Por su parte, Santiago del Moro, conductor del programa, confirmó que la producción retirará las máquinas del gimnasio tras finalizar la gala. En tono crítico, concluyó: “No era muy complicado, chicos”.
Esta doble sanción pone a los jugadores en una situación más apremiante dentro de la casa, intensificando la tensión en el popular reality.