Madre de una nena electrodependiente pide ayuda para su hija tras la baja de su obra social: «no me saquen los aparatos»
María Mercedes Aranda, pide ayuda desesperadamente para su hija Naia, una nena electrodependiente de tan solo 2 años, tras recibir un comunicado de su obra social, informándole que dieron de baja los servicios médicos esenciales. Según denuncia, esta decisión pone en grave riesgo la vida de su hija, quien depende de una serie de equipos médicos para sobrevivir.
Naia nació el 28 de junio de 2022 con Síndrome de Deleción 1P36, una condición genética que le ha generado múltiples complicaciones de salud. La niña está traqueotomizada, tiene un botón gástrico para su alimentación, sufre de hipotonía muscular y es epiléptica con convulsiones recurrentes. Estuvo internada durante casi un año en la Clínica del Niño y posteriormente en la Clínica Boedo, antes de continuar con un régimen de internación domiciliaria.
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«A pesar de que al principio cumplían con la provisión de insumos y medicamentos, hace seis meses comenzaron los problemas», explica Aranda en diálogo con Lomas Conectado. «Pedía ambulancias para Naia cuando convulsionaba, pero me decían que no tenían convenio. Finalmente, debía recurrir al 107 para trasladarla a un hospital cercano, a pesar de contar con una obra social», relata.
«ellos saben que la vida de Naia depende de los aparatos»
El conflicto alcanzó su punto más crítico el jueves 10 de octubre, cuando Aranda recibió un comunicado oficial de la obra social Agrupación Sanitorial Sur, informándole que ya no pertenecen a la obra social. Minutos después, el servicio de internación domiciliaria le avisó que tenía hasta el viernes para resolver la situación, ya que procederían a retirar todos los equipos médicos necesarios para la supervivencia de Naia. Entre los aparatos que utilizan se incluyen un respirador, humidificador, concentrador de oxígeno, bomba de infusión, aspirador, y un tubo de oxígeno, además de los remedios e insumos cotidianos.
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«Estoy desesperada, buscando la manera de que no le quiten los aparatos a Naia», expresa Aranda, quien además ha tenido que pedir prestado un tubo de oxígeno por si necesita trasladar a su hija de urgencia.

El caso de Naia pone nuevamente en foco las dificultades que enfrentan las familias con hijos electrodependientes en el país, quienes deben lidiar con el sistema de salud para obtener el cuidado necesario. Mientras tanto, Aranda continúa en la búsqueda de una solución que permita que Naia siga recibiendo el tratamiento que necesita para vivir.