Crimen de Umma en Lomas de Zamora: Un hecho trágico sacude a la comunidad
Un lunes que comenzó como cualquier otro para la familia Aguilera en Villa Centenario, una tragedia inesperada golpeó con dureza a sus integrantes. Te contamos la cronología de este terrible crimen que le quitó la vida a Umma.
Eduardo Aguilera, de 42 años, miembro de la Policía Federal y custodio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, junto a su esposa, María Eugenia Rodríguez Álvarez, de 41 años, y su hija Umma, de 9 años, se vieron envueltos en un intento de robo que culminó en la muerte de la menor.
Los hechos se desencadenaron poco antes de las 9 de la mañana cuando la familia salía en su Ford Ka gris para realizar un trámite. Cuatro delincuentes, intentando robar el vehículo, dispararon de manera fatal contra Umma, hiriéndola en la nuca y dejando una marca indeleble en la vida de la familia Aguilera.
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Sin palabras
El fiscal del caso, Pablo Rossi, de la UFI N°18 de Lomas de Zamora, expresó su consternación ante el hecho, calificándolo como «tremendo». El primer detenido, un joven de 22 años, fue capturado aproximadamente 10 horas después del intento de robo y está siendo investigado por su presunta participación en el trágico suceso.
Según fuentes del caso, se presume que el detenido iba en el Toyota Corolla que los delincuentes habían robado minutos antes del homicidio, pero no descendió del auto cuando interceptaron al custodio Aguilera. Las imágenes de las cámaras de seguridad se han convertido en la pieza clave para esclarecer los hechos, capturando el paso de los sospechosos por distintos puntos de la localidad de Ingeniero Budge.
El detenido será indagado en los próximos días, ya que aún se deben evaluar numerosas pruebas digitales. Las cámaras registraron a los sospechosos minutos antes del crimen, luego de haber asaltado a un hombre de 47 años para robarle un Toyota Corolla negro, a tan solo 100 metros del lugar donde las cámaras los captaron inicialmente.
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El custodio Aguilera, tras el ataque, detuvo su vehículo a pocos metros de su casa y trató desesperadamente de socorrer a su hija herida. Las imágenes, angustiantes, evidencian el drama vivido por la familia en ese momento crítico. Umma fue trasladada al hospital Gandulfo, donde los médicos lograron estabilizarla antes de derivarla en helicóptero al hospital Churruca. Sin embargo, la pequeña falleció pasado el mediodía.
El Toyota Corolla robado fue encontrado abandonado en la localidad de Villa Fiorito. La investigación sigue su curso, y las autoridades buscan intensamente a los tres prófugos, incluyendo a los dos tiradores responsables del trágico desenlace. La comunidad de Lomas de Zamora se encuentra conmocionada por este crimen que ha dejado una profunda huella en la sociedad.
«A mí también me dispararon»
El propietario del vehículo utilizado por los delincuentes para perpetrar el crimen, Ariel, un comerciante local, brindó su relato de los hechos. Según el testimonio de Ariel, residente de Villa Fiorito, el fatídico episodio comenzó cuando le robaron su Toyota Corolla negro minutos antes del trágico suceso que cobró la vida de Umma Aguilera.
El comerciante, quien también resultó víctima de un disparo, lamentó no haber podido retener a los ladrones por unos «quince segundos más». Expresando su angustia por la conexión directa entre el robo de su auto y la posterior tragedia.
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El relato detallado de Ariel describe que, al bajarse de su vehículo, se percató de la presencia de cuatro individuos que rápidamente se dirigieron hacia él. En un lapso de apenas diez segundos, los delincuentes forcejearon con él, le arrebataron las llaves y huyeron a bordo de su automóvil.
El comerciante, desesperado, se interpuso frente al vehículo en un intento por detenerlos. En ese momento fue que uno de los asaltantes efectuó un disparo que afortunadamente erró el blanco.
Ariel manifestó su frustración y remordimiento al considerar que unos segundos adicionales podrían haber evitado la tragedia que se desencadenó poco después del robo. El comerciante, que ya había experimentado tres robos en su local, no pudo identificar a los agresores, pero los describió como «muy jovencitos».