“La Escuela de Oficios en cárceles pacifica los pabellones”: una apuesta educativa con legitimidad política
En los últimos tiempos, la Universidad Nacional de Lomas de Zamora viene desempeñando un papel destacado en la rehabilitación y formación de individuos privados de libertad a través de su Escuela de Oficios. En una entrevista transmitida por C5N, Pablo Vellani, Secretario de Extensión de la institución, compartió detalles sobre el impacto de la Escuela de Oficios en las cárceles de las Unidades 58 y 40, ambas pertenecientes al distrito de Lomas de Zamora.
Los talleres ofrecidos abarcan una variedad de disciplinas, desde atención al cliente hasta construcción en seco, reparación y mantenimiento de aire acondicionado, y electricidad domiciliaria. La diversidad de las capacitaciones permite brindar a los internos habilidades que puedan traducirse en oportunidades laborales una vez que recuperen la libertad.
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Cómo surgió este programa
La legitimidad política de este programa se origina en la Ley 26.695, promulgada en 2011, que establece estímulos para la educación en contextos de encierro. El programa «Más trabajo, menos reincidencia», lanzado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires a fines de 2020, consolidó una colaboración inédita entre diversos actores.
Este programa, según Vellani, logró articular esfuerzos entre el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, los municipios, el Patronato de Liberados, el Servicio Penitenciario Bonaerense y la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
La importancia de la educación en contextos de encierro radica no solo en preparar a los internos para la reinserción laboral, sino también en transformar la dinámica de las cárceles. Durante el tiempo que cursan estos talleres, se genera un ambiente diferente que pacifica los pabellones. Este cambio no solo tiene consecuencias positivas a largo plazo, sino que también mejora la convivencia entre los internos, estableciendo nuevas conversaciones y lazos.
Es interesante destacar que los docentes que participan en estos cursos tienen un perfil especial y se ofrecen voluntariamente. Su compromiso va más allá de la obligación académica, ya que demuestran un interés genuino por contribuir a la educación en contextos de encierro. La relación que se establece entre estos educadores y los internos es, según Vellani, única, generando conexiones humanas significativas.
La resignificación de las relaciones en el ámbito carcelario es un componente esencial de este programa. La dinámica de diálogo que se desarrolla entre los docentes y los internos va más allá de la enseñanza académica, creando vínculos que impactan positivamente en la vida diaria de los participantes. Los testimonios de agradecimiento de los internos al recibir sus diplomas evidencian el valor que otorgan a esta oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal.