A 50 años del golpe de Estado en Chile, el ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, analiza las implicaciones y el contexto histórico de un quiebre político que marcó a América Latina
Al conmemorarse medio siglo desde el golpe de Estado que derrocó al presidente chileno Salvador Allende, el ministro de Defensa argentino y experto en política internacional, Jorge Taiana, reflexiona sobre cómo este evento cambió el rumbo de la región y promovió la influencia de la estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos en América Latina.
Taiana afirma que el golpe liderado por el general Augusto Pinochet, con el apoyo financiero y estratégico de la CIA, puso fin al auge de gobiernos progresistas y populares en la región, erosionando la confianza en la posibilidad de construir un mundo más justo.
El contexto del golpe de Allende
Jorge Taiana sitúa el golpe de Allende en un contexto global complejo. Se produjo al final de una era de expansión económica, la «edad dorada» de la posguerra, coincidiendo con la guerra de Yom Kippur y el aumento del precio del petróleo, lo que afectó la economía de los países del Norte. Además, el fin de la década de 1960 había sido testigo de la derrota de Estados Unidos en la Guerra de Vietnam, lo que debilitó la influencia de ese país en la región.
En América Latina, había una ola de movilización popular, crecimiento de las izquierdas y fortalecimiento de los sindicatos. En ese momento, Brasil ya había experimentado un golpe militar en 1964, y México se mantenía como un bastión del PRI con una posición internacionalista y solidaria. Cuba, por su parte, desafiaba el bloqueo estadounidense y generaba solidaridad en la región.
La situación en Argentina y Chile
En Argentina, a pesar de la dictadura en curso, se observaba una fuerte lucha social, con eventos como el Cordobazo y la creación de gremios. Chile, por su parte, sorprendió al mundo con la elección de Salvador Allende, un candidato socialista que buscaba un cambio de régimen a través de vías democráticas y pacíficas. Sin embargo, su presidencia estuvo marcada por conflictos internos y el desabastecimiento.
En septiembre de 1973, Chile enfrentó un golpe militar respaldado por la CIA y liderado por Pinochet, lo que marcó un punto de inflexión en la región.
La influencia de la Doctrina de Seguridad Nacional
El derrocamiento de Allende fue el inicio de un nuevo ciclo en América Latina, en el que la Doctrina de Seguridad Nacional, desarrollada por Estados Unidos, comenzó a prevalecer. Esta estrategia se presentó como una contrapartida a la derrota en Vietnam.
Taiana destaca que Estados Unidos comenzó a preparar el golpe en Chile tan pronto como Allende asumió el cargo, utilizando estrategias para crear un clima propicio para el derrocamiento. Esta estrategia también se aplicó en otros países de la región.
Retos actuales y la lucha contra la desigualdad
Finalmente, Taiana enfatiza la importancia de recordar la lucha contra la desigualdad en la región. Argumenta que las sociedades en América Latina tienen una deuda con su población en términos de justicia social y desarrollo. Para lograr esto, es esencial un Estado efectivo y orientador en el siglo XXI.
En un contexto global de creciente desigualdad, Taiana advierte que la eficacia del sistema político se mide por los resultados, y el progreso social es esencial para garantizar un bienestar que permita a las personas vivir con dignidad.