Un padre lucha por no poder ver a su hijo hace siete meses y que la justicia no lo ayuda
Las custodias compartidas, régimen de visitas y obligaciones pariguales como padres es un tema que afecta a muchos padres y madres, pero principalmente a los niños. Un padre hizo pública su lucha porque su expareja no le permite ver a su hijo hace siete meses. Además, recibe violencia física y verbal por parte de ella, la cual utilizaría mentiras y engaños para evitar el encuentro. La Justicia de Lomas de Zamora no le da respuestas.
Marcos batalla una pelea judicial para poder ver a su hijo Patricio, de 11 años, quien vive con su madre en Banfield. Todo comenzó en 2014, cuando se llevó a cabo la separación con la abogada y madre de «Pato», como lo llaman.
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La batalla judicial
En febrero de ese año, Marcos solicitó una audiencia para establecer un régimen de visitas y donde él pidió una cuenta judicial para depositar la manutención correspondiente. Esa audiencia se la dieron recién en 2019. «Habíamos acordado un sábado completo, de las 11 hasta las 19 y después el otro fin de semana, sábado y domingo».
A pesar de que habían acordado un régimen de visitas para que Marcos pudiera pasar tiempo con su hijo, la madre no ha respetado lo acordado y en varias ocasiones le ha negado la posibilidad de verlo. Paralelamente, ha habido un aumento significativo de la violencia en esta situación.
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«A veces iba y no me lo daba. No sé por qué motivo. Lo encerraban en el baño cuando yo lo iba a buscar y estaba en la casa golpeando para que me lo dé. Llamada la policía, la policía no podía hacer nada porque ya me lo quería dar». Además, reveló que ha sufrido agresiones físicas, incluso llegando al extremo de recibir golpes y que le lanzaran un ladrillo.

Ante esta situación insostenible, Marcos ha presentado seis denuncias por impedimento de contacto, lesiones y amenazas contra su expareja en el Juzgado de Familia Nº7 de Lomas entre 2015 y 2019, sin obtener nunca una respuesta satisfactoria. Todas las denuncias quedaron archivadas. Marcos también informó que su expareja es abogada y que la ha denunciado ante el Colegio de Abogados.
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«Ella en el 2015 me denuncia a mí por una supuesta violencia, que yo ejercí sobre ella junto con mi pareja en ese momento, inventando que yo la había agarrado en el piso que la habíamos pateado, a lo cual a mí me pone el juzgado. Sí, un impedimento de acercamiento de ocho meses».
Ella no presentó ni una prueba en contra, fue dijo eso y el juzgado lo ejecutó enseguida»
«Hacía la denuncia por el impedimento de contacto en la Policía de la Mujer, donde me tenían cuatro o cinco horas, perdía todo el día tratando de denunciar, más las denuncias presentadas. No resolvían nada, nunca nada a favor de mi hijo, principalmente que hay que cuidar los derechos del niño».


En un documento oficial firmado en 2019, se encuentra una declaración del hijo en la que expresa su deseo de pasar más días con su padre durante la semana. Desde entonces, la relación entre padre e hijo mejoró un poco y Marcos pudo recoger a su hijo, llevarlo al colegio y acompañarlo en otras actividades. Sin embargo, a fines de 2022, la expareja volvió a negarle el contacto.
Me pierdo fiestas de cumpleaños, vacaciones y un montón de cosas cuando tendría que ser algo normal. Pero bueno, no se puede. No se puede hacer nada para este tipo de gente»
«Pasaron años, ya hacía presentaciones para modificar el régimen de visita porque el nene era más grande. De hecho cuando yo estaba bien con ella, dentro de todo teníamos un diálogo. Bueno, yo lo llevo a hacer actividades, ahí avance porque lo estaba viendo más en ese momento».
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«El nene venía a ver conmigo los partidos del Mundial y de un día para el otro, la madre no lo dejó venir. Él me mandaba mensajes diciendo que no la aguantaba más. El 24 de diciembre iba a pasar las Fiestas conmigo y no lo dejó venir. Lo mandó a pasar las Fiestas con el padre de ella».

La situación empeoró cuando Marcos intentó pedirle explicaciones a su expareja y ella reaccionó violentamente: «Me acerco a su domicilio en común acuerdo con el nene y con ella de que íbamos al charlar porque no había querido venir el nene. Porque supuestamente era el nene que no quería venir. Me dice ‘no quiso ir Patricio, no quiso ir el pato’. Yo lo conozco a mi hijo, la cara de mi hijo era como que estaba mintiendo la madre». Finalmente el hijo desmintió lo que su madre decía.
Desde ese momento, Marcos solo ha visto a su hijo una vez más y no ha podido volver a contactarlo. En la actualidad, solo puede comunicarse esporádicamente con él a través de redes sociales. Marcos explicó: «Hace siete meses que no tengo comunicación con él. Solo le escribo vía Instagram, pero por momentos ella se hace cargo de su cuenta. Ella bloqueó mi número».
Cuando responde, le digo que lo extraño y que quiero verlo. Él me dice que también me extraña y que quiere verme, pero luego, de la nada, dice que no. Mi hijo me dijo ‘mamá no me deja ponerte corazones ni decirte te amo por WhatsApp’. Ha llegado a ese punto».
Desesperado por hablar con el juez, Marcos decidió dejar de pasarle dinero a la madre de su hijo para ver si el magistrado lo citaba. Sin embargo, no solo no ha recibido ninguna llamada, sino que su expareja aprovechó la situación para demandarlo. Marcos comentó: «La madre presentó una demanda por embargo y ese mismo juez que no resolvió lo que manifiesta mi hijo desde 2019, en un mes y medio resolvió que me embarguen el sueldo».
Ante este panorama, Marcos se ha visto obligado a exponer su caso en los medios de comunicación, con la esperanza de que el Juzgado de Familia Nº7 de Lomas escuche su situación y le brinde una solución para poder reunirse con su hijo.
Me cansé de pagar abogados, porque la citan a una audiencia y ella nunca se presenta. Hay denuncias penales por golpes e impedimento de contacto, pero no me llaman ni me dan ninguna respuesta».
«Hay un montón (de padres) que pasan por algo peor o similar a la mía. No somos escuchados realmente y la única respuesta que nos da el juzgado es ‘presentá un abogado’. Pero el abogado no es gratis, muchos papás estamos en blanco y nosotros pagamos y las madres no se presentan».