Con penas de ocho años y seis meses. Así lo dispuso la justicia en los tribunales de Lomas de Zamora
Tres ladrones de caballos fueron condenados a pasar los próximos ocho años de sus vidas en la cárcel. En 2019, mediante una investigación y un gran operativo, fueron detenidos en un campo en Ezeiza, donde tenían más de 300 caballos robados con un solo destino: el matadero.
El negocio era redondo. Se dedicaban al cuatreraje, es decir, robaban los caballos y luego los faenaban. Todo sin costo alguno. Los frigoríficos compraban la carne y la exportaban a los países donde el consumo de carne de caballo es legal. En estos días, cuatro años después, la justicia en los tribunales de Lomas de Zamora consideró a los equinos como seres sintientes, encontrando a los tres hombres delincuentes, culpables del delito de maltrato animal.
El estado de los animales
Cuando se realizó el megaoperativo en el 2019, las autoridades no podían creer lo que estaban viendo. Todo resultó mucho peor que sus expectativas: el estado de los caballos realmente era paupérrimo, deplorable y triste. Carecían de todo cuidado y se encontraban todos agolpados y hacinados en corrales llenos de mugre y suciedad. Allí mismo, convivían los caballos aun vivos con los cadáveres de los otros equinos, los cuales ya eran faenados o se encontraban muertos por infecciones. A cada animal se le podía contar las costillas. Ni papeles, ni vacunas ni anemias. Todo fuera de la ley.
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Que pasó con los caballos
Tras ser detenidos los ladrones de caballos y ser desmontado el campo de la muerte, las distintas ONG’S que participaron del rescate se hicieron cargo de los caballos, otorgándoles nuevamente el cariño y el cuidado que poseían antes de ser robados. Muchos de ellos regresaron con sus dueños.