La increíble historia de Emilio Mendoza, un profesor de Lomas. Un viaje de más de dos años en el cual pasó todo tipo de aventuras
Emilio Mendoza tiene un espíritu libre, aventurero, con ansías y ganas de viajar y recorrer el mundo. Y sí, en buena parte ya lo hizo. Siendo de Lomas de Zamora y profesor de historia, en 2019 decidió emprender una travesía titánica en moto por toda América.
Le pasó de todo e incluso peligró mucho su vuelta. Quedó varado, perdió todo, naufragó en el mar, pero ya está de vuelta en suelo lomense. Así y todo, ya está planificando su próximo viaje.
Lee también: Un profesor de Lomas varado en Panamá


2019: Comienza la aventura
«Leer Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano prácticamente me obligó a viajar. Me volvió loco. Quería ir leyendo el libro y observándolo, viviéndolo a la par. Y así lo hice. Ese libro se convirtió en el GPS de mi viaje. Tal es así que a mi travesía la titulé Las venas abiertas de América Latina en moto. Mi intención era observar los distintos modelos educativos, las culturas y los problemas socioculturales, económicos de las distintas regiones americanas» comenzó contando Emilio a Lomas Conectado.
Lee también: Se realizó un evento sobre el autismo en Llavallol

El profesor se organizó, se armó de coraje y emprendió la peregrinación americana. En 2020, Emilio ya se encontraba muy lejos de Argentina, estaba en Honduras. Por más previsión que tuvo en la planificación de su viaje, hay algo que nunca pudo vaticinar: La pandemia. Tras quedar varado sin poder regresar, debió quedarse a su suerte en el país centroamericano por dos meses y medio. Para poder retornar a Argentina, Emilio debió tomar una drástica decisión: tuvo que abandonar su moto y dejarla en Honduras.
Segundo viaje: Fugaz
Luego de regresar a Argentina finalmente, dos años más tarde volvió a retomar su viaje para volverlo a suspender: su abuela estaba muy enferma y decidió pasar su último tiempo junto a ella. Posterior a esto, Emilio no se dio por vencido, agarro nuevamente la mochila y comenzó un nuevo peregrinar hacia el norte.
Tercer viaje: Tapón del Darién y naufrago al estilo Tom Hanks
Estando ya en México comencé mi retorno. Mi gran retorno, de vuelta ya con mi moto de por medio, era hora de volver hacia el sur. Fui bajando hasta llegar a Panamá. Ahí surgió un gran problema: El Tapón del Darién una barrera geográfica entre Colombia y Panamá que corta la ruta panamericana de Alaska a Usuahia debido a una impenetrable selva de espesa vegetación, mucha peligrosidad, que carece de caminos y urbanización y que concentra grandes cárteles del narcotráfico mundial. Esto hace que el trayecto a moto se corte y que solo pueda realizarse a pie (aunque es verdaderamente demasiado peligroso y para nada recomendable, además de ser muy caro, porque se debe ir con guías lugareños) o por mar, como suelen hacer todos los viajeros.
«Pague una embarcación de las más baratas que me iba a llevar a conocer todos los pueblos indígenas de la región. Son aborígenes que viven en contacto con el exterior pero que conservan sus costumbres ancestrales, hasta ahí para mí todo redondo, pero después todo se fue al diablo en el segundo día de navegación: olas de cuatro metros de altura, un clima pésimo y un capitán inexperto e inseguro. A la hora de zarpar, todo se puso tan fiero, tenía tanto miedo por mi vida que con lo poquito de señal que tenía le mande la ubicación a mi familia. Se fundió el motor del barco y el capitán le dijo a su ayudante que nos estábamos por hundir, a nosotros los viajeros no nos dijo nada, pero en cuestión de segundos nos tragó el agua» contó Emilio.
«El capitán en vez de quedarse hasta el final fue el primero en saltar al agua y nosotros los viajeros quedamos a nuestra suerte. Estuve dos horas nadando por el Mar Caribe entre olas de seis metros, tratando de amarrarme a un cajón de pollos para mantenerme a flote. Una comunidad indígena se enteró la sucedido y salió a buscarnos. Por ellos estoy vivo, sino estaría en el fondo del mar».
De vuelta en Lomas
«Acá en Buenos Aires la marca de la moto de RBM me repuso la moto por una moto cero kilómetros que tengo que ir a retirar en estos días en esta semana probablemente. Fui a ver ya el modelo de moto pero van a construir una especial para mí».

«Afortunadamente, algunas empresas, no sé si muchas algunas empezaron a solidarizar y bueno pude reponer algunos de los productos que había perdido. Porque más allá de perder la moto, que es un golpe económico importante, había mucho más en la moto, con más valores económicos que eran los equipos de filmación y demás que son los que necesito reponer, digamos como que son donde había mayor inversión económica».

«Ahora estoy tratando de reponer para poder continuar el viaje, ya que la moto la tengo, solamente, me faltaría reponer las cámaras para filmar y bueno y poder retomar el viaje nuevamente desde Buenos Aires. El plan sería empezar por Sudamérica, en las comunidades indígenas de Brasil y Venezuela, que son lo que me faltaron internarme unos meses o algún tiempo en El Impenetrable acá en el norte, en Chaco Formosa y ahí saltar a Paraguay y el Amazonas de Brasil hasta el Amazonas de Perú».