30 de noviembre: Hoy se celebra el Día Nacional del Teatro y el legado del primer escenario argentino
Cada 30 de noviembre, Argentina celebra el Día Nacional del Teatro, una fecha que rinde homenaje a los inicios del teatro en el país. La efeméride, instituida en 1979 por el Instituto Nacional de Estudios de Teatro (INET), recuerda la inauguración del Teatro de La Ranchería, el primer espacio teatral de Buenos Aires, un 30 de noviembre de 1783.
El nacimiento del primer teatro
En una Buenos Aires colonial en pleno crecimiento tras convertirse en la capital del Virreinato del Río de la Plata, las manifestaciones culturales comenzaron a ganar protagonismo. Sin embargo, la ciudad carecía de un espacio teatral estable. Fue el Virrey Juan José de Vértiz quien impulsó la creación de un teatro como forma de ofrecer «una honesta diversión pública». Además, los ingresos generados serían destinados a la Casa de los Niños Expósitos, una institución que albergaba a niños huérfanos.
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El proyecto fue aprobado por el Cabildo con ciertas restricciones: se debía evitar la mezcla de hombres y mujeres en las funciones, y las obras debían someterse a censura previa para resguardar las buenas costumbres de la época.
El encargado de la construcción fue Francisco Velarde, quien ofreció dos mil pesos anuales para los Niños Expósitos y garantizó un día de comedia a beneficio de esta causa. El teatro se edificó en el patio de la Ranchería, un espacio utilizado anteriormente por los jesuitas como alojamiento para personas esclavizadas, y de allí derivó su nombre.
Un teatro pionero
El Teatro de La Ranchería era un galpón de madera con techo de paja, un diseño sencillo pero funcional. Su iluminación dependía de velas de sebo, y los espectadores se dividían entre el patio, los palcos y la cazuela, esta última reservada exclusivamente para mujeres.
El 30 de noviembre de 1783, el teatro abrió sus puertas, marcando un hito en la historia cultural del país. Allí se realizaron las primeras representaciones dramáticas de manera paga, consolidándolo como una manifestación artística de gran atractivo para la sociedad porteña de entonces.
Un final trágico
Esta teatral novedad tuvo un trágico desenlace. El 16 de agosto de 1792, durante las fiestas patronales, un cohete lanzado desde la iglesia de San Juan Bautista impactó en el techo de paja, provocando un incendio que destruyó por completo el edificio. Entre las pérdidas materiales se encontraba el manuscrito original de Siripo, la obra de Manuel José de Lavardén, considerada la primera pieza teatral escrita en Argentina.
Aunque el fuego apagó físicamente al lugar, su legado cultural permanece. Como lo señala Laura Mogliani, directora del INET, «el Teatro de La Ranchería simboliza el punto de partida del desarrollo teatral en nuestro país, en un contexto donde las expresiones artísticas todavía estaban estrechamente ligadas a lo religioso y político».
Una herencia que trasciende
Este día no solo recuerda a La Ranchería, sino que también celebra el enorme aporte del teatro a la cultura argentina. Este arte, que encontró en Buenos Aires su primera casa, sigue siendo una de las expresiones más representativas de nuestra identidad.
En cada función que se realiza hoy en los teatros del país, resuena el espíritu pionero de aquel galpón de madera que, hace más de dos siglos, encendió la pasión por el teatro en el corazón de los argentinos.