Cada 30 de noviembre se celebra el Día Nacional del Mate, más que una bebida, una tradición y un símbolo de encuentro
En una jornada marcada por la camaradería y la exaltación de una costumbre arraigada, Argentina conmemora hoy el Día Nacional del Mate. Esta fecha fue establecida por la Ley 27.117, sancionada el 17 de diciembre de 2014, en honor al emblemático mate, considerado un símbolo de identidad nacional.
Esta celebración, que tuvo su génesis en 2015, destaca su profunda importancia cultural y social en el país. El 30 de noviembre fue elegido como la fecha emblemática en homenaje al comandante guaraní Andresito Guasurarí (1778-1821), figura fundamental en la historia argentina. Guasurarí, fue gobernador de la provincia de Misiones de 1815 a 1819. Desempeñó un papel clave en el impulso de la producción y comercialización de la yerba mate, un elemento central en la cultura del mate.
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Una tradición a nivel nacional
El Instituto Nacional de la Yerba Mate informa que en Argentina se consumen aproximadamente 256 millones de kilos de yerba mate al año, con un consumo per cápita de 6,4 kilos. La yerba mate está presente en más del 90 por ciento de los hogares, consolidándose como una tradición que trasciende generaciones.
Además de su relevancia cultural, el mate aporta beneficios para la salud, según destaca el organismo. Consumido en su forma tradicional, el mate contribuye al organismo mediante la ingesta de polifenoles, vitaminas del complejo B, potasio, magnesio y xantinas.
Los polifenoles actúan como poderosos antioxidantes, fortaleciendo las defensas y retardando el envejecimiento celular. Las vitaminas del complejo B mejoran la eficiencia energética del cuerpo, mientras que el potasio y el magnesio son esenciales para el funcionamiento cardíaco. Las xantinas, como la cafeína y la teobromina, estimulan el sistema nervioso central, brindando apoyo tanto al esfuerzo físico como intelectual.