Identifican restos de un catequista desaparecido en la dictadura en el Cementerio de Lomas de Zamora, tras 47 años de su secuestro
Luego de casi cinco décadas de incertidumbre y búsqueda, los restos de Antero Daniel Esquivel, un catequista secuestrado y desaparecido en 1977 durante la última dictadura militar en Argentina, fueron finalmente identificados en el Cementerio de Lomas de Zamora. El hallazgo se concretó gracias a un examen de ADN realizado a su hermana melliza, Genoveva Esquivel, quien, cerca de cumplir 80 años, logró aportar la muestra genética que cerró un capítulo en la historia de su familia y en la memoria de una época oscura del país.
Esquivel, quien trabajaba como electricista y se desempeñaba activamente como catequista en Acción Católica de Lomas de Zamora, también militaba en la Juventud Obrera Católica y participaba en la comunidad Virgen de Los Trabajadores. La investigación, liderada por el Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires y citada por la Agencia AUNO, reveló que al hombre lo secuestraron el 2 de febrero de 1977 en su domicilio de Villa Caraza. Tras su captura, lo trasladaron inicialmente a la Brigada de Investigaciones de Lanús, con sede en Avellaneda, y luego al Centro Clandestino de Detención El Vesubio, uno de los más emblemáticos y temidos centros de represión del régimen militar.
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El hallazgo
La identificación de los restos de Esquivel forma parte de una serie de investigaciones que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) viene llevando a cabo desde hace años. Los restos se hallaron en una exhumación realizada en 2005 en el Cementerio de Lomas de Zamora, donde permanecían enterrados como NN junto a otras ocho personas que también serían víctimas del terrorismo de Estado.
Genoveva Esquivel decidió que los restos de su hermano se trasladen a la parroquia Virgen de los Trabajadores en Villa Caraza, la misma comunidad a la que Antero pertenecía y donde desarrollaba su labor como catequista y militante. Este lugar será, finalmente, el destino de sus restos para un último homenaje en su barrio.
Este avance en la identificación de desaparecidos se da en el contexto de los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino El Vesubio, en los que ya condenaron en 2022 cuatro represores. Milcíades Luis Loza y Hugo Roberto Rodríguez recibieron penas de prisión perpetua, mientras que Florencio Esteban Gonceski y Eduardo David Lugo recibieron condenas de 13 años y medio y 15 años de prisión, respectivamente.