La nueva grieta desde hace algunas semanas en Lomas de Zamora es: ¿Bicisendas SÍ o bicisendas NO?
Autor: Damian Celaibe
Hace unas semanas, en Banfield, comenzaron las obras para implementar el circuito de bicisendas lomenses. Las obras plantearon un cambio para los automovilistas locales: NO SE PODRÁ ESTACIONAR EN MÁS DE 30 CALLES. En las redes sociales las bicisendas mostraron sus defensores, pero también sus detractores.
Desde la semana pasada rige la nueva Ley Provincial de Movilidad Sustentable, que apunta a incrementar el uso de la bicicleta como medio de transporte en la Provincia de Buenos Aires, fue promulgada oficialmente por el Gobernador Axel Kicillof y ya está vigente en los 135 municipios de la Provincia de Buenos Aires.
Lee también: Redes: El youtuber de Banfield fanático del Taladro
La noticia generó polémica en las redes sociales, dónde los vecinos se expresaron tanto a favor como en contra de las bicisendas.
Los usuarios en contra de la implementación de las bicisendas expresaron su descontento por diversos motivos. Algunos consideraron que existen otras prioridades y unos tantos otros creen que frente a la inseguridad: los ciclistas serán presa fácil de ladrones.
Lee también: Opinión: Suicidio adolescente
Hay un hecho concreto que no puede discutirse: circular por el centro de Lomas en auto puede ser caótico y conseguir estacionamiento una proeza. Esta realidad que sacude a grandes centros urbanos nos obliga a buscar alternativas.
Cuando la Ciudad de Buenos Aires empezó a implementar las ciclovías masivamente también hubo quejas de los automovilistas porque les quitaba espacio. Pero con el paso del tiempo las personas se fueron acostumbrando y con la pandemia y la popularización del uso de bicicletas: las bicisendas tienen vida propia.
Los usuarios que se mostraron a favor por los beneficios ecológicos, físicos y psíquicos que traería adoptar la costumbre de pedalear para movernos.
Lee también: Redes: Toretto de Lomas, una estrella en grupos de Facebook
Y es que no podemos ignorar que más del 50% de la población de Argentina tiene sobrepeso. Esto aumenta el riesgo de tener más de 200 problemas de salud, como: diabetes, hipertensión arterial, enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades renales, enfermedades hepáticas y algunos tipos de cáncer.
La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de la bicicleta como uno de los modos más efectivos para combatir la inactividad física, que es el cuarto factor de riesgo de mortalidad a nivel mundial.
Opiniones en Redes Sociales
Hace casi un mes hice una publicación en nuestro grupo LOMAS CONECTADO, los invito a leer los comentarios de los vecinos y vecinas.
Muchos usuarios críticos de las redes sociales afirmaban que no vivimos en Suiza como para implementar esta red de ciclovías. Y es que cuando pensamos en el ciclismo urbano, la imagen que nos viene a la mente es la de ciudades como Ámsterdam y Copenhague, donde la gente utiliza la bicicleta como principal medio de transporte.
Sin embargo, el ciclismo urbano no es sólo para las ciudades de Europa. De hecho, muchas ciudades de Latinoamérica están promoviendo el uso de la bicicleta como forma de reducir la congestión del tráfico y mejorar la calidad del aire.
Lee también: Opinión: El bullying no es un juego
La ciudad de Bogotá en Colombia, es líder en la promoción del uso de la bicicleta en toda la región. La ciudad ha destinado un total de 84 carriles a la circulación permanente de bicicletas, aportando grandes beneficios a una ciudad en la que se utilizan diariamente unas 835.000 bicicletas. El ejemplo de Bogotá está demostrando que la inversión en infraestructuras para bicicletas puede tener un impacto grande y positivo en la población de una ciudad: se ha visto una disminución de la congestión del tráfico y un aumento de la calidad del aire desde la aplicación de esta estrategia.
La misma situación se repite en muchísimas ciudades de Latinoamérica.
Muchos automovilistas expresaron su descontento porque estas bicisendas le quitan espacio al auto. Los caminos y las calles han existido desde hace miles de años: llevaron carretas, caballos, tranvías, bicicletas y en los últimos 70 años los automóviles. Los caminos no nos controlan, nosotros los controlamos y diseñamos según nuestras necesidades.
Las ciudades tienen un tamaño finito, lo que significa que el espacio disponible para el transporte es limitado. Las bicicletas y el transporte público son formas más eficientes en cuanto a espacio para trasladar a grandes grupos de personas. Podemos intentar seguir exprimiendo los coches, exigiendo más carriles y más aparcamientos; o quizás darnos cuenta de que ese sistema nunca funcionará del todo y aceptar que los coches no son la mejor solución para las zonas urbanas y buscar otras opciones.
Las bicicletas y el transporte público ocupan menos espacio que los coches, por lo que son formas más eficaces de desplazar a la gente en una ciudad.