Vivió en pleno centro lomense
El mundo entero llora la partida de Miguel Ángel Russo, jugador de fútbol y director técnico exitoso pero además, vecino de Lomas. La noticia de su muerte dio rápidamente la vuelta al mundo. Gran parte de sus recuerdos y su vida, sucedieron en Lomas.
Aunque nació en Lanús y su profesión lo llevó a viajar y residir por todo el mundo, su lugarcito especial siempre fue Lomas, dónde vivió primero en una casa sobre la calle Larrea y luego en otra sobre Colombres e Yrigoyen, en pleno centro.

Mucha gente lo vio y compartió gratos momentos con él. Caminó por las calles del centro lomense con total tranquilidad y amabilidad a pesar de ser quién fue: una de las personalidades más destacadas de la historia del fútbol.
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Él mismo fue quién lo nombró así «folklore puro» a un rinconcito de Lomas que para él, era como su lugar en el mundo, donde se sentía protegido y querido. Miles de vecinos lo vieron en la esquina de Gorriti y España donde está ubicado el histórico Café París al cual Russo solía ir cada vez que la vida lo situaba en Lomas.

En ese café, vivió apasionados debates futboleros junto a sus amigos. No obstante, a pesar de que fue muchas veces, una de ellas fue muy especial. En el año 2007, Russo salió campeón de la Copa Libertadores con Boca. A las pocas horas de haber conseguido el mayor título continental, fue a tomarse un café allí, medio whisky y un plato con cinco aceitunas, lo que siempre pedía.