La Ciudad de Buenos Aires y el conurbano se preparan para un giro brusco en las condiciones climáticas esta semana. Después de varios días con temperaturas inusualmente altas para mayo —con máximas previstas de hasta 27 °C—, se espera un periodo de lluvias intensas seguido por la llegada de un frente frío que pondrá fin al “veranito” fuera de estación.
Desde este miércoles, el aumento de la nubosidad y la inestabilidad marcarán el inicio de una transición que podría derivar en tormentas generalizadas entre jueves y sábado. Según datos de Meteored, la provincia de Buenos Aires podría registrar acumulados superiores a los 100 milímetros en ese lapso, más de lo que suele llover en todo el mes.

El viernes asoma como el día más crítico: la jornada comenzará con una temperatura mínima inusualmente alta —alrededor de 19 o 20 °C— y alcanzaría picos de hasta 27 °C antes del ingreso de las precipitaciones. Las tormentas podrían iniciar por la tarde y extenderse hasta el sábado, con momentos de mejora temporaria pero sin descartar eventos localmente fuertes.
La madrugada del domingo marcaría el final de este primer evento de lluvias, coincidiendo con el ingreso de un frente frío que traerá una baja sostenida de temperaturas. Para el lunes y martes, se esperan amaneceres con mínimas cercanas a los 5 °C en la Ciudad y por debajo de ese valor en el conurbano, acompañadas por vientos del sur y un ambiente mucho más acorde con el otoño.
Aunque aún hay incertidumbre respecto a un posible nuevo episodio de inestabilidad para comienzos de la próxima semana, los modelos coinciden en que el frío finalmente se instalará sobre el área metropolitana. Será un regreso a la normalidad climática tras una primera quincena de mayo atípica y calurosa.