Con apoyo económico del Gobierno bonaerense, la histórica planta retomará sus actividades el 27 de enero. Sin embargo, solo una parte del personal volverá a trabajar.
La planta de Dánica, ubicada en Llavallol, reabrirá sus puertas el 27 de enero tras haber cerrado en diciembre de 2024. Este importante avance fue posible gracias a un acuerdo entre la empresa, el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite (Soeia) y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. En el marco de este convenio para la reapertura de la planta, la gestión de Axel Kicillof brindará asistencia económica a Dánica a través del Programa de Promoción, Preservación y Regularización del Empleo (Preba) para afrontar parcialmente los salarios de los trabajadores.
A pesar de la reapertura, la fábrica no retomará su capacidad laboral completa, ya que muchos empleados aceptaron retiros voluntarios antes del cierre definitivo. Según fuentes gremiales, quienes regresen percibirán entre el 65% y el 75% de un salario aceitero, financiado en parte por el plan Preba, que tiene vigencia inicial de un año y medio.
Reapertura de Dánica bajo el programa Preba
El programa Preba, implementado por el Ministerio de Trabajo bonaerense, fue clave para concretar la reapertura de Dánica en Llavallol. Este plan, que data de 2008, busca facilitar la recuperación laboral en empresas en crisis mediante la ayuda económica para el pago de sueldos. En este caso, la medida permitirá a Dánica solventar parte de los costos salariales y retomar la producción tras meses de inactividad.
El acuerdo surge después de varias reuniones encabezadas por el ministro Walter Correa y representantes de la empresa Dorada S.A., actual propietaria de la histórica marca. Sin embargo, no todos los empleados despedidos volverán a sus puestos. Se estima que solo 24 trabajadores retomarán sus actividades, lo que ha generado críticas por parte de los empleados que quedaron fuera del acuerdo.
Crisis prolongada y ajustes laborales
El cierre de la planta a fines de 2024 no fue un hecho aislado, sino la consecuencia de una crisis que la compañía venía enfrentando desde hace años. Dánica, fundada en 1939, experimentó problemas financieros debido a altos costos operativos, caída de ventas y dificultades logísticas. Estos factores llevaron a que, en su última etapa, los niveles de producción fueran mínimos, mientras que el personal superaba ampliamente las necesidades operativas.
A pesar de intentos anteriores para revertir la situación, como el Procedimiento Preventivo de Crisis iniciado en 2020, la planta suspendió su producción en octubre de 2024 y finalmente cerró en diciembre. En ese contexto, la empresa ofreció retiros voluntarios, dejando fuera a más de 100 empleados.
Ahora, aunque reabre, lo hace con un equipo reducido y con salarios por debajo de lo que establece el convenio aceitero. Las críticas de los trabajadores reflejan tensiones respecto a las condiciones laborales y el alcance del acuerdo.