Pablo Moyano renunció al triunvirato de la CGT pero Camioneros mantiene su lugar en la central obrera
Pablo Moyano, hasta ahora uno de los tres secretarios generales de la Confederación General del Trabajo (CGT), renunció al cargo, alegando discrepancias con las decisiones adoptadas por la «mesa chica» de la organización. En su nota de dimisión, Moyano señaló: «He tomado la decisión de renunciar a mi cargo como Co-Secretario General de la Confederación General del Trabajo, al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada ‘mesa chica'».
La renuncia, enviada el viernes pasado, no incluye su rol como secretario adjunto del gremio de Camioneros, lo que descarta una crisis inmediata en la CGT. Fuentes internas de la central obrera aseguran que el sindicato seguirá ocupando el lugar en el triunvirato, aunque aún no se ha definido quién será su reemplazo. Uno de los nombres más mencionados es el de Omar “Manguera” Pérez, actual secretario de Políticas de Transporte de Camioneros y hombre de confianza de Hugo Moyano.
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Un contexto de tensiones internas
La salida de Pablo Moyano refleja divisiones dentro de la CGT, pero también dentro del propio clan Moyano. Las diferencias entre Hugo y Pablo, aunque históricamente utilizadas como estrategia política, parecen haber alcanzado un punto crítico. Hugo, de 80 años, decidió alinearse con el enfoque dialoguista del resto de la conducción cegetista frente al nuevo gobierno de Javier Milei, marcando un quiebre con las medidas de acción directa que promovía su hijo.
Pablo Moyano había planteado convocar a un paro nacional en diciembre, junto a sectores combativos como ATE Nacional y movimientos sociales, para protestar contra el plan económico del gobierno. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada unánimemente por la mesa chica de la CGT, que apuesta al diálogo con el oficialismo para frenar iniciativas como la reforma laboral y la «democratización sindical».
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En este marco, la renuncia de Moyano hijo pone en evidencia un viraje hacia una postura moderada dentro de la CGT, que, según algunos sectores, podría no ser sostenible frente al deterioro de los salarios, el empleo y la producción nacional.
Reacciones y escenarios futuros
La dimisión de Moyano generó distintas interpretaciones entre dirigentes sindicales. Julio Piumato, líder del gremio judicial, expresó en redes sociales que “Camioneros no se va. La CGT sigue firme en unidad, más allá de actitudes personalistas que no responden y resienten a sus propias organizaciones sindicales”.

Por otro lado, dirigentes cercanos a Moyano hijo señalan que su salida “no modifica nada hacia el interior de la CGT”, pero advierten que el exceso de diálogo con el gobierno puede debilitar la capacidad del sindicalismo para enfrentar un escenario de ajuste y apertura de importaciones.
Por ahora, la CGT parece preservar su unidad, aunque las tensiones internas están lejos de resolverse. La designación del nuevo representante de Camioneros en el triunvirato será un termómetro para medir el rumbo que tomará la central obrera en los próximos meses, en un contexto marcado por desafíos económicos y sociales que exigen definiciones claras.