Pasajeros de la Línea 266 impulsan campaña para que un chofer vuelva a colgar los dibujos que le regalaban los chicos
Una situación inesperada en una línea de colectivos generó un fuerte debate entre los pasajeros y vecinos de Temperley. Pedro, un chofer de la Línea 266, reconocido por su amabilidad y dedicación, tuvo que retirar los dibujos que niños le regalaban y que decoraban la unidad, debido a la queja de un pasajero. Este gesto, que simbolizaba el cariño y aprecio de los más pequeños, desató el malestar de los pasajeros habituales, quienes ahora buscan revertir la decisión.
Pedro, quien trabaja en los ramales 7 y 8, es conocido por su calidez humana y trato excepcional hacia los pasajeros. Según relata Melanie Mansilla, una vecina que viaja a diario con él, Pedro no solo conoce a gran parte del barrio, sino que también se ganó el afecto de grandes y chicos. “Es un chofer único. Les canta el ‘Feliz cumpleaños’ a los chicos, regala dulces y siempre contagia alegría. Los dibujos que colgaba eran una muestra del cariño que todos le tenemos”, expresó Melanie en diálogo con Lomas Conectado.
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Sin embargo, la queja de un pasajero llevó al chofer a retirar los dibujos que los chicos le regalaba y decoraban la unidad. Esto provocó indignación entre los usuarios frecuentes. La comunidad se organiza ahora para juntar firmas y presentar un pedido formal a la empresa de transporte, buscando que Pedro pueda volver a colgar los dibujos. La convocatoria será el sábado 16 de noviembre a las 18 horas, en la intersección de Av. Eva Perón (Pasco) y Salta.
«UNO DE LOS CHOFERES MÁS QUERIDOS»
En redes sociales, Melanie publicó un mensaje que rápidamente se viralizó: «Al parecer le molestan el afecto y cariño de muchos niños que mediante dibujitos demostraban con reciprocidad a uno de los choferes más queridos de la empresa», explicó sobre la queda de un pasajero.
Nos gustaría que la empresa le permitiera dejarlos, ya que no afectan en lo absoluto el normal funcionamiento de la unidad y no afectan para nada en su trabajo como chofer»
El caso pone en evidencia la importancia de los vínculos humanos en el transporte público, un espacio muchas veces marcado por el anonimato y la indiferencia. Para los pasajeros de la Línea 266, Pedro representa mucho más que un conductor: es una figura que crea comunidad y mejora la experiencia diaria de viajar. «Serán bienvenidos todos los que se quieran sumar, les agradecemos de todo corazón».