Agreden a inspectores del Sindicato de Empleados de Comercio en un supermercado chino durante un control por trabajo en negro
En un grave incidente ocurrido este lunes, agreden a dos inspectores del Sindicato de Empleados de Comercio de Lomas de Zamora (CEC) mientras realizaban un control de trabajo no registrado en el supermercado chino Eterno, ubicado en la localidad de Santa Marta. El gremio, conducido por Rubén Crosta, denunció públicamente a los propietarios del comercio, acusándolos de violencia física contra los trabajadores que cumplían su labor de verificación.
El supermercado en cuestión, localizado en Euskadi 1648, fue el escenario de una tensa situación cuando los inspectores Luciano Vence y Miguel Ballestero intentaban llevar a cabo un relevamiento de posibles irregularidades laborales. Según informaron desde el gremio, Chen Denciong, propietario del comercio, y su esposa fueron los responsables de la agresión. La esposa de Denciong golpeó con una botella en la cabeza a uno de los inspectores, mientras que el encargado de seguridad del supermercado retuvo al otro para evitar que interviniera.
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Tras la agresión, los inspectores Vence y Ballestero fueron acompañados por el secretario gremial del sindicato a realizar la denuncia correspondiente en la comisaría local. Además, este martes se presentaron ante la fiscalía de turno para ratificar su denuncia y colaborar con la investigación.
Declaraciones del Sindicato
Rubén Crosta, secretario general del CEC, expresó su repudio por lo sucedido y señaló que estos hechos no solo son preocupantes, sino que reflejan una tendencia más amplia. «Esta salvajada no es otra cosa que un clima de época alentado por el sector político en el gobierno. La agresión como forma de relación, el insulto y los golpes contra aquellos que sólo cumplen su labor es sumamente indignante», sostuvo con firmeza el dirigente mercantil.
Crosta también denunció que no es la primera vez que se enfrentan a dificultades con supermercados de la comunidad china. «Estos establecimientos se niegan a cumplir con las leyes laborales y lucran con el esfuerzo de aquellos que más lo necesitan», afirmó. El dirigente reveló que en la región ya se han relevado más de trescientos comercios similares, todos con las mismas irregularidades laborales, aunque nunca antes se había alcanzado este nivel de violencia.
Uno de los puntos más críticos que destacó Crosta fue la falta de respaldo por parte de las autoridades. «No sabemos quién los cubre o protege, pero lo que es seguro es que no nos sentimos acompañados por el Ministerio de Trabajo en la búsqueda de regularizar estas situaciones precarias», enfatizó, dejando entrever una situación de desprotección ante este tipo de abusos.