El Día Mundial del Pelirrojo: sus características, su origen, mitos y campañas anti discriminación
Cada 7 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Pelirrojo, una festividad que rinde homenaje a una característica genética única: el color rojizo del cabello. Esta fecha, que comenzó a celebrarse en 2006, surgió por iniciativa de un fotógrafo holandés, quien lanzó una convocatoria mundial para reunir a personas pelirrojas en la plaza de Breda, en los Países Bajos. Desde entonces, se ha convertido en una tradición que destaca la diversidad y singularidad de quienes poseen esta particularidad física.
El impulso para crear esta fecha especial fue el deseo de celebrar y visibilizar a un grupo que, aunque minoritario, tiene una presencia significativa en diversas culturas. Con tan solo un 1% de la población mundial, los pelirrojos han sido históricamente objeto de atención, tanto por su apariencia como por los mitos que los rodean.
Lee también:
¿Qué define a los pelirrojos?
La peculiaridad de las personas pelirrojas radica en su genética. La mutación del gen MC1R es la responsable del característico tono anaranjado de su cabello, así como de una mayor proporción de feomelanina, el pigmento que define los colores rojizos y amarillos en la piel y el cabello.
Lee también:
Además de su distintivo aspecto físico, los pelirrojos poseen ciertas particularidades fisiológicas: se estima que tienen una mayor capacidad para sintetizar vitamina D, lo que podría ser una ventaja en climas con poca exposición solar. Sin embargo, también son más sensibles a los rayos ultravioleta, lo que los hace más propensos a quemaduras solares, y suelen tener una mayor sensibilidad al dolor y a los cambios de temperatura.
Presencia mundial y discriminación histórica
Aunque los pelirrojos representan una minoría global, países como Irlanda y Escocia tienen un porcentaje significativamente mayor de personas con esta característica, con un 11% y 13% respectivamente. A pesar de que ser pelirrojo es una particularidad genética sin connotaciones negativas, a lo largo de la historia estas personas han sido objeto de prejuicios y supersticiones.
Lee también:
Un ejemplo de esto lo encontramos en la antigua Roma, donde las tropas romanas, al intentar expandir su imperio hacia el noreste de Europa, se enfrentaron a pueblos celtas de gran cantidad de pelirrojos. Como resultado, los romanos difundieron historias que vinculaban el color rojo del cabello con la mala suerte y el salvajismo, perpetuando estereotipos que, en algunas culturas, aún persisten.