Victoria, la nena quemada por su vecino, vuelve a la escuela mientras continúa su rehabilitación
Victoria, la nena de Lomas de Zamora quemada a manos de un vecino de 11 años, dio un paso importante en su recuperación y vuelve a la escuela. Sin embargo, su rehabilitación está lejos de haber terminado, y su familia enfrenta desafíos significativos para asegurarle el tratamiento necesario.
El 27 de marzo, Victoria fue víctima de un grave incidente frente a su casa, ubicada en la calle Bustos al 1300, en el barrio Santa Marta. Mientras se preparaba para un viaje familiar, un vecino la invitó a participar en una fogata para ahuyentar los mosquitos. Lo que empezó como un juego infantil se convirtió en tragedia cuando el niño, se cree que por celos, roció a Victoria con alcohol y le tiró un fósforo.
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«Soltó la botella y se quedó sentado mirando todo”, asegura Victoria. Las quemaduras sufridas fueron tan graves que tuvo que ser trasladada de urgencia al Hospital de Quemados en la Ciudad de Buenos Aires, donde pasó semanas en terapia intensiva y fue sometida a varias cirugías de injerto de piel.
¿Cómo va su recuperación?
A casi cinco meses del ataque, Viki, como le dicen cariñosamente, demostró una notable capacidad de recuperación, pero aún falta mucho. Según su madre, Alejandra, la pequeña retomó la escuela tres horas por día, tres veces por semana y continúa con sus tratamientos médicos. «Esta semana fuimos al Hospital Gandulfo y al Hospital del Quemado», explicó en comunicación con Lomas Conectado.
Sin embargo, también señaló las dificultades que enfrenta para continuar con la rehabilitación de su hija. «Cada visita al médico acorta mi semana de trabajo y me encuentro en una encrucijada», explicó en referencia al tiempo y los costos que se encuentra enfrentando.
Y señaló que «necesita renovar las prendas de presoterapia, ya que creció y aumento de peso. El Hospital del quemado no se las puede dar porque dicen que no tienen presupuesto. También tengo que comprar los medicamentos y las cremas».
El valor de volver a su normalidad
La rehabilitación de Victoria requiere de prendas especiales, como chaleco o camiseta y calzas de presoterapia, además de planchas de silicona para aliviar el dolor. Estas prendas son esenciales para su recuperación, ya que ayudan a minimizar las cicatrices y el dolor asociados con las quemaduras.
El valor de las prendas, cuando las compró hace cuatro meses, las pagó poco más de $200.000, pero según su kinesiólogo, ahora podría alcanzar los $500.000. Asimismo, necesita una crema especial (Dermexane) que le presupuestaron un valor de $11900, la cual utiliza 3 pomos por semana.
Alejandra también mencionó la necesidad de encontrar un natatorio privado donde Victoria pueda realizar sus sesiones de rehabilitación tres veces por semana. Ya que, según Alejandra, el único acceso gratuito por parte del municipio «solo accedió a un día por semana».
¿Cómo puedo ayudarlos?
Si deseas realizar algún aporte económico a la recuperación de Viki, podés hacer a través del alias victoriabiomarina, a nombre de Nora Alejandra Gómez.
El caso y la perimetral
Finalmente, Alejandra reveló su preocupación por la falta de cumplimiento de la orden de restricción perimetral que debería mantener al nene agresor lejos de Victoria. «No cumplen con la perimetral, porque lo veo andar al nene», denunció. Esta situación generó un clima de temor constante para la niña, quien ahora teme hasta salir de su casa para realizar actividades cotidianas como ir a comprar.
«La semana que viene me voy a ocupar de ir a la fiscalía», aseguró. La denuncia original fue radicada en la comisaría de Parque Barón, y el caso se encuentra actualmente en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil 1 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Sin embargo, la madre de Victoria sigue esperando que las autoridades tomen acciones efectivas para proteger a su hija.
Además de la falta de cumplimiento de la perimetral, Alejandra lamenta la ausencia total de empatía y solidaridad por parte de la madre del agresor y de los vecinos que les dan alojamiento. «La madre del nene no se acercó para nada y la gente que le alquila tampoco, cero empatía, cero solidaridad con Viki», expresó con frustración.
Para Alejandra, estos vecinos son responsables, en parte, del sufrimiento y el miedo que su hija experimenta a diario. «Los vecinos que le dan alojamiento al agresor de mi hija y a su madre son culpables del sufrimiento y del miedo de mi hija», agregó, resaltando la falta de conciencia y de sensibilidad ante la gravedad de los hechos. «Esta gente nunca tomó conciencia de la dimensión y la gravedad del hecho», concluyó.