El sacerdote fue apartado del cargo por decisión del obispo hasta que se esclarezca la situación
En el terrible del caso del presunto cura abusador de Lomas, Martín Daniel Amado Bustamante, aparecieron nuevas denuncias que complican su situación. Esta información la suministró el colectivo «Madres protectoras» quién acompaña a víctimas de abusos sexuales.
El sacerdote, trabajaba en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima ubicada a pocos metros de Camino Negro. Desde la organización expresaron que tras la «valiente primera denuncia» aparecieron otras más. A su vez, destacaron el trabajo en conjunto que realizaron con la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina.
Cabe destacar que por aquel entonces, Bustamante estaba a punto de ser relocalizado en un nuevo lugar: Nuestra Señora de Lourdes, en Claypole. Eran sus últimos días en Lomas. No obstante, toda la situación hizo que el obispo de la diócesis de Lomas, el Monseñor Jorge Lugones, decidiera apartarlo de toda actividad eclesiástica hasta que se esclareciera la situación, poniéndose desde el primer momento, a disposición de la justicia.
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VERSIONES SOBRE LO SUCEDIDO
El revuelo de la causa obtuvo su mayor cauce de difusión a través de la cobertura exclusiva del caso en Lomas Conectado. La viralización fue inmediata, generando posturas y comentarios encontrados al respecto en la sociedad lomense. Gente a favor, gente cercana o feligreses que no dudaban de la integridad de Bustamante en ningún momento. Del otro lado, personas que repudiaban los presuntos abusos condenándolo antes del juicio.
La fiscal a cargo, Marcela Juan, ordenó la prisión preventiva. Desde entonces, el ex cura se encuentra a la espera del proceso judicial tras las rejas. Él, en todo momento, afirmó que las relaciones sexuales sí existieron y que fueron consentidas.
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¿ABUSO O AMOR SECRETO CONSENTIDO?
Cabe destacar que Bustamante está imputado por los delitos de «abuso sexual agravado con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante por haber sido cometido por un ministro de un culto, todo en contexto de violencia de género«.
Sin embargo, él en su declaración sostuvo férreamente que el amorío data desde el año 2018 momento en el que se conocieron en un encuentro pastoral de jóvenes. De allí en adelante, él fue trasladado a distintas parroquias. «Ella me seguía a todas. Fue a cada una de las iglesias en donde me tocaba trabajar. Venía varias veces a la semana». En ese sentido, añadió: «Me invitó a su casa. Conocí a toda su familia. En enero de 2018, en su cumpleaños, me dijo que me amaba. Yo le dije que me pasaba lo mismo. Nos besamos, nos dormimos abrazados y vestidos, toda la noche».
De allí en adelante, comenzaron a noviar. Mantuvieron relaciones sexuales, tenían citas y hasta incluso se fueron de vacaciones, como cualquier pareja normal. Todo ello en el más profundo y estricto silencio, pues Bustamante, seguía realizando sus actividades laborales en la iglesia de Lomas. Al menos, esa es la versión que él declaro ante la justicia. Fue él quién decidió terminar con la relación dado que lo ponía en contradicción con el ejercicio cotidiano de sus labores parroquiales