En el marco del Día del Jubilado recordamos a Norma Plá una activa militante lomense que reclamaba por los derechos de los ancianos
En el Día del Jubilado, queremos recordar a Norma Beatriz Guimil de Plá. Norma vivía en Temperley, tenía cuatro hijos y más de una docena de nietos. A duras penas lograba vivir cobrando una pensión: $150 les pagaban. El monto estaba congelado por decisión de Carlos Menem y Domingo Cavallo.
Siempre fue perseguida por ser una molestia para el poder, sobre todo por su particular forma de visibilizar la lucha: A pesar de ser jubilada nunca bajó los brazos. Norma enfrentó en su vida más de 23 procesos judiciales por tirar huevos y harina al Congreso, al Consejo Deliberante, al Banco Hipotecario Nacional, a la DGI y al Ministerio de Economía. Se hizo conocida tras acampar por 80 días en Plaza Lavalle.
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Mientras el Ministro Cavallo decía que necesitaba $10.000 para vivir, este también se negaba a subir la jubilación a $450. Cavallo se puso a llorar enfrente de Norma Plá y las cámaras de TV ante los reclamos. Lagrimas falsa.
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La metieron presa varias veces, siempre por reclamar una jubilación digna. En la foto con su mano derecha se agarra de una puerta de hierro de Tribunales, con la izquierda sostiene, como si fuese un trofeo, la gorra de un policía. Su boca abierta inmortaliza el gesto de resistencia y lucha.
Su última marcha fue en 1996. Falleció el 18 de junio de ese año por un cáncer de mama. Antes, pidió que sus cenizas al morir fueran esparcidas en la Plaza Lavalle donde se convirtió en un ícono de la resistencia al neoliberalismo, reconocida incluso en varias canciones de rock nacional.