Fue encontrado culpable del delito «homicidio culposo agravado»
El policía Maximiliano Benítez fue condenado a tres años de cárcel por haber matado a su sobrino. El hecho sucedió el 17 de febrero de 2024 en Llavallol. El agente se encontraba limpiando su arma cuando, accidentalmente, se le escapó una bala que alcanzó a su sobrino de tan solo ocho años.
Al momento del suceso, Benítez tenía tan solo 21 años. Como sentencia, además de la prisión, la justicia lo inhabilitó por los siguientes 10 años para portar armas de fuego. El contexto de la condena se dio bajo la modalidad de juicio abreviado, con un acuerdo entre las partes.
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MATÓ A SU SOBRINO: CÓMO SUCEDIÓ
En aquel momento, Benítez integraba la UTOI (Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas) de la Policía Bonaerense, es decir, era un agente de las fuerzas especiales. El triste hecho tuvo lugar en el interior del domicilio dónde vivía sobre la calle Túpac Amaru al 800, en Llavallol.
Ese día, Benítez se encontraba de franco. Le pareció una buena oportunidad para limpiar su arma reglamentaria, una pistola Bersa calibre 9mm. Fue en eso que el arma se disparó, impactando fatalmente al niño.

Él trasladó a Demian Acosta al Hospital de Llavallol de urgencia. Los médicos no pudieron salvarlo. Las pericias, los testimonios y la reconstrucción del hecho ratificaron la versión de Benítez quién sostuvo en todo momento que la muerte fue accidental.
El Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Lomas lo sentenció a tres años de cárcel y 10 años de inhabilitación para portar armas. Al momento del hecho fue desafectado de manera inmediata de la policía.