La reforma laboral proyectada por el gobierno plantea cambios significativos en la gestión de recursos humanos en empresas argentinas
Durante paradas de planta, mantenimientos o proyectos estacionales, la reforma laboral propuesta permite reubicar personal, redistribuir tareas y mantener la continuidad del servicio sin generar fricciones ni costos adicionales.
Si se aprueba, la iniciativa implicaría reformas profundas que impactarían directamente en cómo las empresas organizan sus recursos, tercerizan servicios y dan cumplimiento a las normativas correspondientes. El reto se torna más complejo para las empresas que trabajan con contratistas, ya que deberán aprovechar la flexibilidad ofrecida sin sacrificar el control sobre sus operaciones.
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En este contexto, la tecnología y la trazabilidad documental se destacan como pilares fundamentales para garantizar un cumplimiento sostenible. Para las empresas contratistas y sus clientes, este nuevo marco representa una oportunidad inédita de reorganización y planificación operativa.
Un ejemplo se halla en México, donde la reforma de 2021 prohibió la subcontratación de personal, salvo en el caso de servicios especializados que no tengan que ver con la actividad principal de la empresa y que deben estar debidamente registrados.
Esta reforma no solo afectaría al departamento de Recursos Humanos, sino que también tendría repercusiones en las áreas legales, financieras y de compliance, que deberán adaptar sus procedimientos para integrarse a un modelo de cumplimiento digital continuo.
Acuerdos individuales
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es la posibilidad de acuerdos individuales homologados entre empleador y trabajador, permitiendo ajustes en las modalidades de contratación, horarios, tareas o categorías sin depender exclusivamente de convenios colectivos.
Esto abre la puerta a una mayor polifuncionalidad dentro de las empresas, donde los trabajadores podrán asumir distintos roles según la demanda operativa, manteniendo el marco legal y la trazabilidad de los acuerdos.
“La posibilidad de celebrar acuerdos individuales introduce una lógica moderna en las relaciones laborales, permitiendo redefinir condiciones, roles y funciones de manera flexible y documentada. Esta herramienta, junto con la segmentación de las vacaciones, favorece la polifuncionalidad y otorga a las contratistas una agilidad que antes solo se alcanzaba con reemplazos temporales o contratos eventuales”, explica Facundo Lucero, abogado y auditor de Laborem.
El Proyecto de Ley de Promoción de Inversiones y Empleo sugiere una reestructuración integral del sistema laboral argentino.
Su meta es modernizar la relación entre empresas, contratistas y trabajadores, adaptando la legislación a un mercado que se torna cada vez más digital, flexible y global.
A pesar de la intención de formalizar a ocho millones de trabajadores que operan en la economía informal, ya se han presentado experiencias previas que no lograron éxito.
De acuerdo con un estudio del Ministerio de Trabajo sobre la evolución del empleo no registrado, excluyendo a los beneficiarios de planes sociales, la tasa de empleo no registrado se mantuvo en alrededor del 38% entre 1997 y 2002, y a pesar de las medidas adoptadas en 2008, se situó próximo al 36%.
Estas estadísticas demuestran que la implementación de medidas económicas en 2001 y 2008, como la reducción de contribuciones patronales, no garantizaron, por sí solas, un aumento en la contratación de trabajadores ni una disminución en los niveles de empleo no registrado.
La nueva Argentina
“La nueva Argentina laboral no se mide en horas ni en papeles, sino en trazabilidad. El verdadero avance no radica en la desregulación, sino en la capacidad de las empresas para profesionalizar su gestión y convertir el cumplimiento en una ventaja competitiva”, concluye Francisco Costa, abogado y fundador de Laborem.
La norma también introduce el control de ausentismo mediante licencias médicas digitales, que podrán ser auditadas electrónicamente, además de la reintroducción de beneficios no remunerativos como conectividad, guarderías o alimentación, que se gestionarán a través de plataformas digitales.
Estos cambios exigirán ajustes inmediatos en las matrices documentales y en los sistemas de legajo electrónico de los contratistas para asegurar el registro y la auditoría adecuada de cada beneficio, licencia o certificación.
No obstante, la reforma enfrenta tres importantes obstáculos:
- El desfinanciamiento del precario sistema previsional.
- La resistencia de los gremios en defensa de los derechos laborales.
- Los conflictos laborales que desbordan el sistema judicial laboral.
Fuente: Noticias Argentinas ↗