Violento intento de robo en Lomas de Zamora: un expolicía se enfrentó a ocho delincuentes que irrumpieron en su casa
Un grave hecho de inseguridad tuvo lugar en la madrugada del sábado en Lomas de Zamora, cuando una familia fue sorprendida por al menos ocho personas encapuchadas que ingresaron a su vivienda con fines de robo. El asalto fue frustrado por el dueño de la casa, un expolicía que se encontraba armado y enfrentó a los delincuentes, aunque fue golpeado y despojado de su arma reglamentaria.
El episodio ocurrió cerca de las 2:00 de la mañana, cuando las hijas del propietario, Javier, escucharon ruidos en las rejas y comenzaron a gritar. “Me despierto, agarro mi arma, y veo el coche y personas afuera a través de una ventana”, relató el hombre, quien además de ser exmiembro de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, es abogado y tiene una empresa de transportes.
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«el lugar lo tenían marcado»
Las cámaras de seguridad de la vivienda registraron la llegada de los delincuentes, que arribaron en un vehículo, descendieron con sus rostros cubiertos y observaron la casa antes de ingresar por una de las ventanas, tras romper las rejas de acceso. Una vez dentro, se dirigieron a la habitación principal, donde encontraron al dueño de casa armado. Su esposa y sus dos hijas adolescentes lograron refugiarse en otra habitación.
“Se sorprendieron cuando me encontraron armado», contó Javier. Aunque estaba en desventaja numérica y en completa oscuridad, intentó resistir el ataque. “Me doy vuelta para la puerta y uno me pega una trompada y ahí empezaron a entrar. Hubo un intercambio de dos o tres disparos en la pelea, hasta que lograron reducirme y me dejaron knock out, me quitaron el arma y se fueron”, explicó.


Durante el forcejeo, Javier resultó herido con una lesión en la cabeza. “Me pegaban patadas en la cabeza, ya me tenían en el piso. Resistí hasta donde pude”, expresó. A pesar de los disparos, según su testimonio, ninguno de los agresores habría resultado herido. “No sé si los herí, no creo, porque no hay manchas de sangre. La sangre que había era mía”, sostuvo.
El asalto duró apenas unos minutos y no se concretó el robo de pertenencias. “No pidieron nada en especial”, indicó Javier. Considera que se trató de un intento de robo planificado. “Estaban desorganizados, pero el lugar lo tenían marcado, sí. Te das cuenta por los videos», señaló.
«Tuvieron piedad»
Conmovido por la experiencia, el exuniformado reconoció haber temido por su vida. “Esperaba el tiro de gracia, porque cuando me dejaron knock out y se pudieron hacer de mi arma, pensé, ‘ya está’. Hoy matan policías todos los días. Me esperaba ser ejecutado. Tuvieron piedad, no sé“, expresó.
Finalmente, Javier hizo un llamado a las autoridades para que se revisen las cámaras de seguridad de la zona, ya que las de su propiedad no lograron registrar las patentes de los vehículos involucrados. “Se manejaron con total impunidad y tranquilidad. Se llevaron el arma. (…) Sentí mucha rabia porque trabajo todos los días, no para vivir así, encerrado, o para andar mirando a todos lados. La gente de bien no puede andar así”, concluyó.