Tensión y discusiones entre «las atadas» de Gran Hermano: tres participantes se ataron durante 24 horas por cigarrillos
Una particular dinámica que mantiene atadas a tres participantes generó conflictos en la casa de Gran Hermano. Lourdes Ciccarone, Selva Pérez y Katia Fenocchio decidieron atarse entre sí durante 24 horas como parte de una estrategia para obtener cigarrillos. La convivencia forzada, sin embargo, derivó rápidamente en tensiones cuando surgieron desacuerdos sobre en qué habitación pasar la noche.
El conflicto se intensificó cuando Chiara Mancuso y Gabriela Gianatassio, ocupantes de una de las habitaciones, se negaron a ceder sus camas. Mientras tanto, Lourdes —conocida dentro de la casa como Lulú— expresó de forma contundente su oposición a dormir en una habitación diferente. “Me da asco dormir en otra cama que no sea la mía”, afirmó a los gritos, molesta por las opiniones de los participantes que no formaban parte de la prueba.
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A diferencia de sus compañeras atadas, la participante uruguaya del grupo fue la única que se mostró dispuesta a dormir en cualquier lugar, buscando evitar mayores fricciones.
Finalmente, las tres decidieron acostarse en la habitación verde, pero los inconvenientes continuaron. Según manifestaron, los movimientos de Selva —apodada «la Tana»— repercutían rápidamente en Lourdes debido a la atadura, lo que provocó molestias. Además, se sumaron quejas por la temperatura del aire acondicionado, que había sido fijada en 23°, y por los fuertes ronquidos durante la noche.
La prueba dejó en evidencia las dificultades que genera la convivencia bajo condiciones extremas dentro de la casa más vista del país.