Una inusual alineación de los planetas será visible este viernes 28 de febrero: ¿Podremos verlo en Argentina?
El cielo del 28 de febrero de 2025 ofrecerá un espectáculo astronómico poco común: una alineación planetaria en la que podrán observarse siete planetas desde la Tierra. Si bien este tipo de eventos no son inusuales, en esta ocasión el número de planetas visibles lo convierte en un fenómeno excepcional. Será posible ver a simple vista a Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, mientras que Urano y Neptuno podrán distinguirse con el uso de telescopios.
El astrólogo Sergio Barreiro, docente de Astronomía en distintas instituciones, explicó a Clarín que este tipo de alineaciones no implican una fila perfecta de planetas, como suele representarse de manera simplificada. «Es un fenómeno aparente en el que, debido a la posición de los objetos celestes y la Tierra, podemos avistar momentáneamente más planetas en el cielo nocturno, como si formaran una línea en la eclíptica», señaló.
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¿Por qué ocurre este fenómeno?
Los planetas del Sistema Solar se dividen en interiores (Mercurio y Venus) y exteriores (Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno), de acuerdo con su ubicación con respecto a la órbita terrestre. La visibilidad de estos cuerpos celestes varía a lo largo del año, dependiendo de su posición con relación al Sol y la Tierra.
«Los planetas exteriores pueden verse cuando la Tierra se interpone entre ellos y el Sol, mientras que los interiores solo son visibles por breves períodos al amanecer o al atardecer», explicó Barreiro. En esta ocasión, la disposición planetaria permitirá que todos estos astros sean visibles en la misma franja del cielo.
Sin embargo, el astrólogo advirtió que no todos los planetas se distinguirán con la misma facilidad. «La visibilidad de Saturno y Mercurio será sumamente dificultosa debido a su cercanía angular con el Sol», explicó.
Desde la NASA señalan que Marte, Júpiter y Saturno son visibles con frecuencia en el cielo nocturno, pero la aparición simultánea de Mercurio y Venus hace que estas alineaciones sean particularmente llamativas.
Un evento especial, pero no único
Las alineaciones planetarias son fenómenos relativamente frecuentes, aunque no siempre involucran tantos planetas observables al mismo tiempo. Además, la percepción de una alineación depende de la perspectiva terrestre, ya que en el espacio los planetas siguen sus órbitas sin formar una fila real.
Este 28 de febrero, los aficionados a la astronomía tendrán una oportunidad excepcional para observar este fenómeno, siempre que las condiciones climáticas lo permitan. Para una mejor experiencia, los especialistas recomiendan buscar un lugar con poca contaminación lumínica y, en el caso de Urano y Neptuno, contar con instrumentos ópticos adecuados.
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Cómo y cuándo volver a ver una alineación planetaria
Para aprovechar al máximo la alineación planetaria del 28 de febrero de 2025, los expertos recomiendan elegir un sitio con baja contaminación lumínica, alejado de las luces de la ciudad. El mejor momento para la observación será durante el atardecer, cuando los planetas comiencen a hacerse visibles en el cielo.
Otro factor clave es el estado del clima. Un cielo despejado es fundamental para poder distinguir los planetas sin interferencias. En caso de nubosidad, el avistamiento podría verse afectado o incluso imposibilitado.
Si bien cinco de los planetas serán visibles a simple vista, para observar a Neptuno y Urano será necesario utilizar un telescopio. Estos dos planetas, por su lejanía y menor brillo, requieren de instrumental óptico para ser identificados.
¿Cuándo será la próxima alineación planetaria?
Quienes no logren ver el fenómeno de febrero tendrán otra oportunidad en agosto de 2025. Según la NASA, en ese mes se podrá observar otra alineación planetaria, aunque en menor escala: en el atardecer se alinearán cuatro planetas visibles desde la Tierra.
Si bien no será un evento tan excepcional como el de febrero, seguirá siendo una buena ocasión para los aficionados a la astronomía. Como siempre, las condiciones de visibilidad dependerán del clima y la ubicación de los observadores.
