Lo habían enterrado en el cementerio lomense
Una noticia de alto impacto es la que circunda a la peor época de la historia argentina, la de la última dictadura. Mediante un gran trabajo de antropología forense, lograron identificar los restos de Daniel Esquivel, desaparecido en aquellos tiempos revueltos.
Lo habían enterrado en una fosa común pero nunca se supo su destino, «ni vivo ni muerto, desaparecido» como se solía decir. Su hermana encontró la calma y la respuesta a décadas de incertidumbre y dolor.
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DESAPARECIDO EN LA DICTADURA
Daniel Antero Esquivel había nacido en 1945 en la localidad de Quyquyhó, Paraguay. Ya para los años 70′ decidió venir a Argentina en busca de mejores oportunidades. Fue así como por diferentes circunstancias, terminó radicandose en Villa Caraza, Lanús, pegado a Lomas.
Allí se desempeñó entre otras actividades, como catequista. Tuvo un papel muy activo, más allá de las clases. Formó parte de Equipo de Pastoral Paraguayo en Argentina. y de la Juventud Obrera Católica.
Durante su vida, trabajó como electricista hasta que un fatídico 2 de febrero de 1977, en Fiorito, fue secuestrado por las autoridades. Desde allí hasta estos días, nunca más se volvió a saber nada de él.

IDENTIFICADO: LA RESPUESTA A DÉCADAS DE INCERTIDUMBRE
El Equipo Argentino de Antropología Forense comenzó una investigación tenaz. Allí comenzó un proceso en el que se exhumaron fosas comunes del Cementerio Municipal de Lomas de Zamora.
Los resultados arrojaron que allí estaban los restos de ocho personas. Mediante muestras de ADN. De esta forma se pudo identificar que se trataba de Daniel. Su hermana Genoveva, tiene planes de enterrarlo en la parroquia dónde él frecuentaba.