Hoy se arma el árbol de Navidad y te contamos cuál es el origen de esta costumbre y su arraigo en la tradición cristiana
Cada 8 de diciembre, los hogares argentinos se preparan para dar inicio a una de las tradiciones más arraigadas de la temporada navideña: armar el árbol que será testigo de las festividades hasta el 6 de enero. Sin embargo, pocos conocen el fascinante origen del árbol que armamos en Navidad, que fusiona antiguas creencias paganas con la espiritualidad cristiana.
La historia del árbol de Navidad remonta sus raíces a los primeros cristianos que llegaron al norte de Europa, donde se encontraron con habitantes paganos que celebraban el nacimiento de Frey, el Dios del Sol y la fertilidad.
Estos antiguos pobladores adornaban un árbol perenne con antorchas, simbolizando el árbol del Universo. La cima representaba Asgard y el Valhalla, mientras que las raíces conducían a Helheim, el reino de los muertos. A pesar de la evangelización de estos pueblos, la costumbre pervivió, transformándose para conmemorar el nacimiento de Cristo.
De creencia pagana a costumbre cristiana
Los primeros cristianos adoptaron la tradición, sustituyendo el árbol original por pinos, a los cuales decoraban con manzanas que simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Cristo. Con el tiempo, estos elementos fueron reemplazados por los adornos que reconocemos en la actualidad.
Es interesante destacar que el Papa Pío IX desempeñó un papel crucial al establecer la fecha del 8 de diciembre como el día oficial para armar el árbol de Navidad. Esta elección se vincula con la conmemoración del Día de la Inmaculada Concepción de María, aunque no existe una conexión directa entre ambos eventos.
En conclusión, el árbol de Navidad, con sus raíces en antiguas celebraciones paganas y su evolución en manos de los primeros cristianos, ha llegado a convertirse en un símbolo unificador de la celebración navideña. Su significado ha evolucionado a lo largo de los siglos, pero su presencia en nuestros hogares sigue siendo un recordatorio de la diversidad cultural que define nuestras tradiciones.