Anuncian la reducción de aranceles para importar neumáticos: una medida que enfrenta al Gobierno con la industria
El Gobierno argentino anunció la reducción gradual de los aranceles para importar neumáticos, en un intento por contener la inflación y reducir los costos para los consumidores. La decisión, que busca aliviar el impacto de los altos precios en el mercado local, ha generado una fuerte respuesta por parte de las principales productoras nacionales, quienes advierten sobre las posibles consecuencias negativas en el empleo y la competitividad.
La medida, impulsada por la Secretaría de Comercio bajo la dirección de Pablo Lavigne, consiste en una reducción paulatina de los aranceles a la importación de neumáticos para autos y camionetas a lo largo de un año. Actualmente, las importaciones enfrentan un 35% de aranceles, combinando un 16% del Arancel Externo Común (AEC) y un 19% adicional. Con esta reducción, el Gobierno espera que los precios bajen y los consumidores puedan acceder a cubiertas más económicas, ya que hoy en día el cambio completo de neumáticos de un vehículo puede superar los $800.000.
Lee también:
Repercusiones
Sin embargo, las principales plantas de neumáticos del país, FATE, Bridgestone y Pirelli, todas ubicadas en la provincia de Buenos Aires, expresaron su preocupación. Estas compañías, que concentran la mayor parte de la producción nacional, ya venían enfrentando dificultades debido a la competencia de productos asiáticos, conflictos gremiales y una caída en el consumo. De acuerdo con sus balances, los últimos años han sido especialmente críticos, con más de 1.000 trabajadores despedidos en ese período. Bridgestone, por ejemplo, redujo su plantilla en más de 400 personas, mientras que FATE y Pirelli despidieron a 260 y 300 trabajadores, respectivamente.
Desde la industria advierten que la baja de aranceles podría profundizar la crisis, afectando aún más su competitividad. Según representantes del sector, los costos de producción en Argentina son significativamente más altos que en países como China, donde los gobiernos promueven sus industrias a través de políticas de incentivo. Además, destacan que mientras Argentina avanza en la apertura de su mercado, otros países, como Brasil y Estados Unidos, están tomando medidas proteccionistas para resguardar sus industrias locales.
Lee también:
- El Concejo Deliberante rechazó al recorte de medicamentos a los jubilados
- La pobreza y la indigencia en aumento
Por el momento, el Gobierno mantiene su postura, confiando en que la gradualidad de la medida permitirá que las empresas se adapten. Sin embargo, el sector productivo teme que la mayor afluencia de productos importados agrave la situación y acelere la pérdida de empleos, lo que afectaría directamente a las localidades donde se ubican las plantas, como San Fernando, Llavallol y Merlo.
El desafío ahora será observar cómo evoluciona el mercado en los próximos meses y si la política de reducción arancelaria logra el equilibrio entre el alivio para los consumidores y la protección de la industria nacional.