Familiares de la víctima afirman que el homicida transita las calles del barrio impunemente
El crimen de Fernando González consternó a toda Villa Fiorito. Era un chico «sano, bueno y trabajador». Así lo describían sus vecinos, como una persona que «no le hacía mal a nadie». Desafortunadamente, el 8 de octubre de 2023, volvía a su casa pero nunca llegó: lo mataron. Como si fuera un recuerdo constante de aquella trágica situación, los familiares de Fernando afirman que el asesino, camina tranquilo por las calles del barrio.
Desde Lomas Conectado nos comunicamos con ellos para darle seguimiento al caso. Hablamos con su hermana Mariel. Nos contó como sigue la causa y el tormento que están viviendo. «Los asesinos se entregaron. Uno de ellos sigue preso pero el otro, tuvo prisión domiciliaria. Nunca nos notificaron nada. Nos enteramos de todo esto por la gente» comenzó diciendo.
«Como por si fuera poco, está rompiendo su prisión domiciliaria. Nadie lo controla. No tiene tobillera ni nada. Él vende droga, anda en auto, hace fiestas clandestinas en su casa, vive y disfruta de la vida mientras nosotros seguimos llorando a mi hermano. Esto es muy injusto» expresó.
El testimonio es realmente desgarrador. Lo que dice Mariel es cierto. Nadie ni nada les devuelve a su hermano. Incluso habla de un nivel de impunidad por parte de Ricardo Blanco (el asesino en libertad) cuando cuenta que «sube fotos en su Facebook drogándose o vendiendo la droga por ahí». «En el barrio nadie lo quiere. Ya tenía antecedentes penales. Hirió a mucha gente, además de mi hermano. Es un delincuente».
Mariel y su familia realmente se encuentran además de dolidos, indignados. El ver al asesino en libertad, les recuerda aquel fatídico 8 de octubre de 2023 en el que perdieron para siempre a su hermano. Piden que la fiscalía intervenga. Afirman que Blanco, el asesino libre, sigue delinquiendo.
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Todo sucedió en el cruce de las calles Quesada y Morazán. Allí, de un momento para otro, los dos muchachos quienes retornaban del jolgorio de disfrutar una fiesta, fueron interceptados por delincuentes a bordo de un auto Fiat 147. Estos, con un comportamiento rotundamente mafioso, sin mediar palabra, comenzaron a disparar. Fue una ejecución. La realizaron con total impunidad.
Producto de la balacera, Cristian Sabán resultó herido en el tobillo en tanto que su amigo, Isaías González perdió la vida al recibir un disparo letal en el tórax. Las autoridades policiales descartaron toda hipótesis de robo.
En la escena del crimen, los efectivos de la Comisaría 5º de Villa Fiorito encontraron una pistola y tres vainas servidas de una 9 milímetros. Mediante una rápida investigación, dieron con un Fiat 147 que pareciera ser el que se utilizó para cometer el homicidio.
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La causa que investiga a Fernando González, quién volvía de bailar y lo mataron, quedó caratulada como «Homicidio y lesiones». Bruno Godoy que fue quién jaló el gatillo sigue en prisión. Blanco, quién conduzco el auto y arengó a que fusilarán a los inocentes, goza de una prisión domiciliaria que tampoco respeta, en otras palaras, el asesino sigue libre.