Ocurrió en el Barrio Inglés
Un robo sumamente profesional perpetrado por siete delincuentes ocurrió en Temperley. Todos ingresaron en la vivienda. No hubo violencia de por medio. Se tomaron todo el tiempo que quisieron y finalmente, se llevaron objetos de gran valor.
Desde Lomas Conectado, nos comunicamos con Noelia, la víctima del asalto. Esto es lo que nos contó. «Estábamos durmiendo. Yo vivo con mis padres y con mi hija de 14 años. Mis papás tienen 70 años. Eso de las dos y media de la madrugada nos despertó el ladrón. Ingresó a cada uno de nuestras habitaciones. Nos fue despertando uno por uno» comenzó diciendo.
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«Nos despertaron sin prender ninguna luz. Nos iluminaron con celulares. A mi hija y a mí nos hicieron vestir. Nos llevaron para la habitación de mis papás. Cuando llegamos, ellos ya estaban con otro delincuente» detalló Noelia.
Siete delincuentes: detalles de un robo profesional
El hecho de que pudieran ingresar en la vivienda sin despertar a los residentes ya habla de otro nivel de asalto. El no encender las luces, el despertarlos uno por uno en sigilo en su propia cama, dan cuenta de un alto nivel de profesionalismo en robos de casas.
Una vez reunida la familia, los delincuentes maniataron a los papás de Noelia. A su hija, la acostaron en la cama junto a sus abuelos. A ella, la tuvieron de rodillas durante todo el asalto que duró más de una hora y media.
«Comenzaron a registrar toda la casa. Nos insistían de que les diéramos los dólares pero de verdad, no teníamos ninguno. Finalmente encontraron en el segundo piso un montón de cosas de oro. Se las llevaron todas y también 150 mil pesos en efectivo. Eran profesionales, tenían todo tipo de herramientas para robar desde barretas hasta máquinas más modernas. Con ellas fueron rompiendo distintas partes de la casa, paredes y demás, buscando encontrar billetes» afirmó Noelia.
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Un asalto milimétricamente planificado
Noelia, en comunicación con Lomas Conectado, contó: «Tenían para llevarse electrodomésticos y autos. No lo hicieron. No se llevaron nada. Vinieron a por los dólares que no teníamos. Solo se llevaron lo que mencioné, además del celular de mi mama y un arma que tenía mi papá. El celular apareció a las dos horas en Banfield. Es decir, ni lo querían. Solo se aseguraban de que no llamáramos a la policía».
Y luego, agregó unos detalles que nuevamente vuelven a poner en cuestión la profesionalidad de los delincuentes: «Nos trataron muy bien. Siempre fueron amables. Nunca nos gritaron ni nos pegaron ni nada semejante. No hubo ningún tipo de violencia. Intentaban darnos tranquilidad a cada momento que nos iban rompiendo la casa para encontrar las pertenencias».
La víctima agregó: «Para poder salir, me pidieron que les explicara como funcionaba el portón con control remoto. Fue insólito. Les expliqué y en total paz como si nada, se fueron por la puerta principal. Fue todo lo contrario a una experiencia tradicional de lo que uno entiende por robo».
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«Eso de las cuatro y media de la mañana, se fueron. Seguimos consternados pero impresionados por el trato que nos dieron. Eran profesionales. No hay ninguna duda. Acá en el barrio, hay otros casos de robos en casas por un grupo de siete personas. Creemos que son los mismos» concluyó Noelia.
