Maratea lidera la campaña de donación de hinchas del Rojo para ayudar al club. Pero una vez la gente también salvó al Club Temperley
El influencer Santiago Maratea lanzó la colecta para que los hinchas del Rojo puedan colaborar para que Independiente pueda saldar sus deudas. Pero esta no es la primera vez que la gente se organizan para juntar fondos y así fue como salvó al Club Atlético Temperley de desaparecer.
El 28 de agosto de 1989, Temperley se declaró en quiebra y por mandato judicial se resolvió, un año después, el cese de toda actividad profesional en el club. En junio de 1991 el juez interviniente dispuso la clausura del club hasta que se efectúe el correspondiente remate.
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Pero los socios, hinchas, dirigentes y jugadores no permitirían que el «club de sus amores» desapareciera. Comenzaron pagando una cuota social simbólica, a la vez que agregaban más dinero y lo juntaban en un fondo común. Todo para que «el celes» vuelva a hacer rodar la pelota.
El campeonato de ese año comenzó, pero Temperley no estaba allí. En ese marco, continuaba la lucha de los socios y sus abogados, con apelaciones y marchas multitudinarias. El 21 de noviembre de 1991, tras cinco meses y 10 días, el club reabrió sus puertas.
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El césped era un caos por el tiempo inactivo, sin mantenimiento, pero finalmente se volvió a la cancha. Esto se lo conoció como la segunda fundación del club.
Edith Pecorelli: “Hipotequé mi casa para salvar a Temperley”
Edith Pecorelli, la primera presidenta de un club de fútbol elegida por sus socios, asumió la presidencia de Temperley en 1995. Su labor como socia y abogada fue clave para levantar la quiebra del club y evitar su remate. En una charla con Gabriel Anello en Súper Mitre Deportivo, Pecorelli destacó que ganó las elecciones con el 62% de los votos contra un socio tradicional del club, a pesar de que el 90% de los socios eran hombres.
Pecorelli considera que para ser presidente de un club de fútbol es fundamental ser hincha de ese equipo. Y su amor por Temperley se refleja en su nombre, que figura en una de las plateas del estadio. Según ella misma explica, su vida giró siempre alrededor de este club.
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La delicada situación económica del club antes de las elecciones no pasó desapercibida para Pecorelli, quien se propuso como objetivo principal terminar con la quiebra. “No quería ser la presidenta, me convencieron”, aclaró. Pero su presidencia tuvo un gran impacto, especialmente por ser la primera mujer en ocupar ese puesto en un club de fútbol. “Mi alegría era que Temperley se haga más famoso por tener una presidenta”, dijo. Aunque también confesó que se sintió más mirada de costado por las mujeres que por los hombres.
“Le doy el mérito a los otros cuatro garantes, yo sabía que no se podía perder esa lucha”
El “boom” de ser la primera presidenta de un club de fútbol en Argentina fue una locura para Pecorelli, quien tuvo que hacer frente a entrevistas y apariciones públicas en medios durante dos meses. Pero lo importante para ella era su amor por Temperley y su compromiso con el club, lo que la convierte en una figura destacada en la historia del fútbol argentino.
Reconoció que con el tiempo que “el juez Torija Zane me dijo que jamás hubiese sido capaz de tocar una casa, lo hubiera dicho antes estuvimos dos años renovando la garantía”.