Su hijo falleció a los 15 años en un accidente vial y en su honor abrió una ONG para ayudar a sus vecinos. “Mi hijo me dejó este legado”
Vanina sufrió el dolor mas terrible que puede vivir una madre: la muerte de su hijo Nahuel, de sólo 15 años, en un siniestro vial. Desde ese momento tiene una ONG que asiste a cientos de familias en Villa Fiorito y asegura que “Mi hijo me dejó este legado”.
Desde hace más de seis años, Vanina González de 45 años, dedica buena parte de su tiempo a la ayuda destinada a cientos de familias en la zona de Villa Fiorito. Esta labor hoy la define y forma parte de su vida, pero que nació para combatir el dolor de una terrible tragedia que la acompañará por siempre.
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Su hijo Nahuel, de 15 años, fue atropellado en enero de 2015 por un auto en la esquina de su casa, ubicada en Antonio Filardi y Ejército de Los Andes. El adolescente había salido a comprar una gaseosa y fue embestido por un vehículo que se dio a la fuga. En 2018, el acusado fue condenado a 10 años de prisión por el episodio y actualmente está cumpliendo con la pena.
Sin embargo, más allá del fallo de la Justicia, los meses posteriores a la muerte de Nahuel fueron de una absoluta depresión, según contó Vanina. Hasta que casi un año después decidió abrir un merendero, en honor a su hijo, quien cuenta que era muy solidario.
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«Todos los sábados, cuando venía de trabajar, repartía golosinas a los chicos del barrio. Era muy solidario. Lo esperaban en la puerta de casa. Decidí continuar el legado que me dejó»
Contó Vanina
Fue así que nació el Centro Institucional Organización Nahuel (C.I.O.N), el nombre con el que homenajeó a su hijo fallecido. Nació como un merendero, en su casa de la calle Antonio Filardi al 1400, entre Ejército de Los Andes y Australia, en Villa Fiorito. Comenzó a asistir con alimentos a distintas familias, pero las ganas de ayudar fueron creciendo y rápidamente se involucró en otras necesidades de la comunidad.
C.I.O.N: «Ayudar gratifica el alma»
La organización nació en octubre de 2015 y hoy asiste a 400 familias con tres meriendas y tres viandas de comida semanales, además de un bolsón de mercadería mensual. Sin embargo, Vanina quiso ampliar la forma de ayudar y hace cuatro años ofrece la posibilidad de realizar cursos gratuitos con salida laboral para darle la posibilidad de un futuro a la gente del barrio.
Para ello, fue vital su mamá. «Me cedió la parte de adelante de la casa. Es un espacio de 5 metros por 15 y está dividido en dos salas. Algunas organizaciones nos ayudaron a hacer algunos arreglos, porque se llovía el techo. Me donaron algunas chapas, hicimos rifas y bingos, y logramos acondicionarlo», indicó.
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C.I.O.N ofrece, para personas de todas las edades desde 8 años (con autorización de los padres si son menores), cursos de barbería, globología, manicura, peluquería, perfilado de cejas y pestañas, cotillón decoración y arte, reciclado, souvenirs, panificación y decoración de tortas, organización de eventos, huerta, porcelana en frío, repostería, electricidad, apoyo escolar en nivel primario y secundario.
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«Próximamente vamos a sumar computación. En abril arrancamos los cursos de este año. Hasta ahora ya tuvimos 350 alumnos que se formaron con nosotros», dijo Vanina, que contó además que los profesores son conocidos y amigos de ella que se sumaron a la causa.
Fuente: Zonales