Luego del violento episodio ocurrido en Lomas de Zamora durante la caravana presidencial de Javier Milei, la agrupación local de La Libertad Avanza salió a fijar posición con un duro comunicado que mezcla repudio, advertencias institucionales y una demanda directa al intendente Federico Otermín.
«Repudiamos enérgicamente el cobarde ataque», arranca el texto difundido horas después de los piedrazos e insultos que obligaron a evacuar de urgencia al presidente y su comitiva. El espacio libertario habla de una “agresión física contra la investidura presidencial” y lo enmarca como un acto de gravedad institucional que “atenta contra la democracia y la convivencia pacífica”.
La reacción, lejos de limitarse a la condena, apunta también al jefe comunal, a quien le exigen “ponerse a disposición de la Justicia” y utilizar “todos los recursos del Estado municipal” para identificar a los responsables del ataque. “Ninguna diferencia ideológica justifica la violencia”, sostiene el documento, en lo que puede leerse como un tiro por elevación al oficialismo local.
La declaración no solo se enfoca en los hechos concretos ocurridos en la avenida Hipólito Yrigoyen, sino que también busca reforzar el discurso de orden y firmeza con el que Milei intenta blindar su campaña en el conurbano, especialmente en la tercera sección electoral, bastión histórico del peronismo.
“Nuestra solidaridad absoluta con el Presidente”, cierra el texto, en tono alineado con la narrativa nacional del espacio, que viene denunciando una escalada de agresiones en territorio bonaerense.
El comunicado fue publicado en medio de un clima caliente, donde Milei no solo enfrenta cuestionamientos por la crisis económica, sino también por los audios filtrados de su exabogado, Diego Spagnuolo, que salpican a su hermana Karina Milei con denuncias de corrupción. Sin embargo, desde el entorno presidencial insisten en poner el foco en lo ocurrido en Lomas como una muestra de lo que llaman “la resistencia violenta del pasado”.
En ese contexto, La Libertad Avanza redobla su apuesta electoral en la provincia más disputada del país, y deja en claro que no piensa retroceder. La batalla por el conurbano ya no se libra solo en las urnas, sino también en la calle.