Carlitos Balá y Marthita: 67 años de una historia de amor que el tiempo ni su vida artística pudo romper
Este 13 de agosto se conmemoran 100 años del nacimiento de Carlitos Balá, ícono del humor argentino que, más allá de su trayectoria artística, vivió una historia de amor que se extendió por casi siete décadas junto a su esposa, Martha Venturiello.
Conocida cariñosamente como “Marthita”, fue su compañera incondicional desde el noviazgo hasta el último día de su vida. Juntos tuvieron dos hijos, Martín y Laura, y construyeron una familia que Balá siempre priorizó, incluso en los años de mayor éxito.
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Nacido en 1925 en Chacarita, hijo de un inmigrante libanés y de una argentina descendiente de croatas, su nombre completo era Carlos Salim Balaá. Antes de ser un artista reconocido, comenzó ofreciendo espectáculos improvisados en el colectivo 39. Los choferes de la línea competían por llevarlo, y los pasajeros, entretenidos con sus chistes, llegaban a pasarse de parada.
Su carrera lo llevó por la radio, la televisión, el teatro, el cine y el circo. Con programas como El flequillo de Balá y El show de Carlitos Balá, y películas como El tío Disparate o Qué linda es mi familia, conquistó al público infantil y adulto. Creaciones como el “chupetómetro” o frases como “¿Qué gusto tiene la sal?” y “Sumbudrule” quedaron grabadas en la memoria colectiva.

Balá solía decir que tenía un champagne guardado para festejar los 100 años con Marthita y que no temía a la muerte. El 22 de septiembre de 2022, a poco de cumplir 98, falleció, y con él se fue una parte de su compañera. Sin embargo, su legado afectivo sigue presente: “Entre noviazgo y matrimonio, sumamos 67 años de amor”, recordaba.
Hoy, a un siglo de su nacimiento, su historia no solo se cuenta desde el humor y la creatividad, sino también desde la lealtad, la humildad y el amor que lo acompañaron toda su vida. «La del proceso no se cambia».