Alexis Zárate obtuvo la libertad condicional luego de cumplir su condena por abuso sexual: Estudió abogacía y busca volver al fútbol
El exfutbolista Alexis Zárate, condenado en 2017 a seis años y medio de prisión por abuso sexual con acceso carnal, recuperó su libertad condicional el 3 de julio de este año, tras cumplir cinco años detenido. La medida se otorgó luego de que la Cámara de Casación revocara una decisión de primera instancia y evaluara de forma favorable sus antecedentes en el Servicio Penitenciario.
El caso se remonta al 16 de marzo de 2014, cuando Giuliana Peralta denunció haber sido abusada por Zárate mientras dormía junto a su entonces pareja, el jugador Martín Benítez, en un departamento de Wilde. La Justicia acreditó el hecho y en septiembre de 2017 el Tribunal Oral N° 1 dictó la condena. Zárate apeló, y durante el proceso jugó en Letonia y en Temperley, hasta que en julio de 2020 comenzó a cumplir su pena en el penal de Bahía Blanca.
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Libertad condicional
La libertad condicional, que se otorga al cumplir dos tercios de la condena, se encontraba habilitada desde noviembre de 2024. Entre las condiciones impuestas, Zárate debe asistir a un taller de masculinidades del municipio de Lomas de Zamora y mantener una restricción perimetral de 500 metros respecto de la víctima. La pena se extinguirá en 2027.
La primera aparición pública del exdefensor fue el domingo pasado, cuando asistió a un partido entre Temperley y Chacarita. “Mi sueño es volver a jugar al fútbol y sé que puedo lograrlo. En prisión me entrenaba, quizá no es el lugar ideal, pero nunca dejé de hacer ejercicio”, expresó en una entrevista con El show de Temperley.
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Zárate, de 31 años, relató que durante su estadía en prisión avanzó en la carrera de abogacía —le restan tres materias para recibirse— y trabajó en diferentes tareas. Actualmente, se desempeña en una fábrica de pastas perteneciente a la familia de su pareja, a quien conoció en una iglesia evangélica antes de su detención.
“Estudié, trabajé, hice tratamiento psicológico y el taller de masculinidades. No estuve de ocio en la prisión. Ya pagué con la condena que me impuso la Justicia”, afirmó sobre su proceso de reinserción social.
El testimonio de la víctima
Según el relato de Giuliana Peralta, el abuso ocurrió en la madrugada del 16 de marzo de 2014 en un departamento ubicado en la calle Brandsen 5980, en Wilde. En ese momento, Peralta tenía 19 años y mantenía una relación de dos años con el futbolista Martín Benítez.
Esa noche, la joven había ido a un bar de Quilmes con amigas, donde se encontró con Benítez, quien estaba acompañado por Nicolás Pérez y otra persona a la que conocían como “el cordobés”. “Una vez lo había visto, pero la verdad es que no lo recordaba”, señaló. Tras compartir bebidas y bailar, Benítez le propuso ir al departamento de su amigo, argumentando que al día siguiente debía entrenar. Peralta afirmó que sugirió ir a un hotel alojamiento para tener mayor privacidad, pero que él se negó, diciendo que no tenía dinero para pagarlo.

Llegaron al departamento alrededor de las cinco de la mañana. Según Peralta, el lugar estaba vacío y ambos se encerraron en una habitación, donde mantuvieron relaciones sexuales consensuadas. Antes de dormir, escuchó que sonaba el timbre y que Benítez abrió la puerta a sus amigos y a algunas mujeres que ella no llegó a ver. Minutos después, Zárate ingresó a la habitación para tomar un cargador de celular, sin pedir permiso. “Yo estaba en la cama en ropa interior. Le dije a Martín que me parecía desubicado”, relató.
«Vos te cuidas»
La joven aseguró que se despertó más tarde al sentir que alguien la estaba penetrando sin su consentimiento. Reconoció la voz de Zárate, quien le preguntó: “¿Vos te cuidás?”. “En ese momento empiezo a gritar, me lo quería sacar de encima”, dijo.
Peralta relató que intentó irse de inmediato, pero que los presentes le impidieron abrir la puerta y le pidieron que no gritara para evitar que los vecinos escucharan. Finalmente logró retirarse sola en su auto, mientras recibía mensajes de texto de Benítez y Pérez pidiéndole que no realizara la denuncia para evitar problemas en el club. “Encima de lo que pasó, él protegió a su amigo y a mí me dejó en banda”, sostuvo.