Florencia Peña habló sobre la muerte de su padre, su guía y su conexión espiritual en “Otro día perdido”
Durante su participación en el programa Otro día perdido, conducido por Mario Pergolini, la actriz Florencia Peña compartió un momento íntimo y emotivo al recordar a su padre fallecido. En el diálogo, se refirió a una despedida muy especial que vivió y contó cómo, desde entonces, mantiene un vínculo espiritual con él a través de prácticas vinculadas a los registros akáshicos.
Peña explicó que hace más de tres años, tras la muerte de su padre, comenzó a experimentar una conexión que, según ella, va más allá de lo terrenal. “Mucho antes de que falleciera, ya venía abriendo mis registros akáshicos. Es una terapia que hago con personas que están preparadas para eso”, contó. Según relató, fue en una de esas sesiones que su padre comenzó a manifestarse como uno de sus guías espirituales.
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“Quien me abrió en ese momento los registros me dice: ‘acá hay una persona que tiene un suéter’. Mi papá usaba los suéteres colgados en los hombros. Se los ponía así. Y esta persona me dice ‘estoy viendo a una persona con un suéter en los hombros, medio pelado, mi papá era medio pelado, y me está diciendo que él te sigue cuidando’”, recordó Peña conmovida.
La actriz expresó que estas experiencias la acompañan desde hace tiempo y forman parte de su camino personal de crecimiento y conexión espiritual. Aunque reconoce que este tipo de prácticas pueden no ser comprendidas por todos, remarcó que a ella le brindan contención y sentido.
¿Qué son los registros akáshicos?
Los registros akáshicos forman parte de una corriente espiritual vinculada al pensamiento new age. Son descritos como una especie de archivo energético o “biblioteca universal” donde estaría almacenada toda la información sobre cada alma: sus vivencias pasadas, presentes y potenciales futuras.
El término “Akasha” proviene del sánscrito y significa “éter” o “espacio”. En algunas tradiciones filosóficas, se considera al Akasha como el quinto elemento fundamental del universo, junto al fuego, el agua, el aire y la tierra.
Desde esta visión, los registros no son físicos ni tangibles, sino una dimensión de conciencia a la que algunas personas aseguran poder acceder mediante técnicas meditativas o con la asistencia de guías o médiums. Para sus practicantes, esta herramienta puede ofrecer orientación emocional, espiritual o existencial.
Aunque estas creencias no cuentan con validación científica, han ganado popularidad en ciertos círculos ligados al desarrollo personal y la espiritualidad alternativa.