Preocupación en el GBA Sur por la caída en el consumo de medicamentos y los cambios en el sistema de salud
En el conurbano bonaerense, el consumo de medicamentos registra una fuerte caída, especialmente en distritos como Lomas de Zamora. Así lo confirmó Leonardo Fernández, presidente del Colegio de Farmacéuticos local, quien atribuye el fenómeno a la pérdida de cobertura en prepagas y obras sociales, y al crecimiento de la automedicación con productos de venta libre.
«Se ve una merma de la medicina prepaga y eso provoca que el mercado en general esté yendo a la baja», explicó Fernández, quien ocupa ese cargo desde 2008. Según detalló, la demanda de medicamentos en farmacias cayó cerca de un 25% interanual, influida también por cambios en el funcionamiento del PAMI. “Muchos que no pagaban ahora tienen que pagar con un 80 por ciento de descuento y desisten de llevarlo”, señaló.
Lee también:
- ¿Se traslada el feriado del Día de la Independencia?
- Piden la deportación de la argentina Ximena Pichel tras el video racista en México

El dirigente farmacéutico también se refirió al impacto de la receta electrónica, una herramienta implementada durante la pandemia que, si bien persiste, aún presenta deficiencias técnicas. “Es un sistema fragmentado. La falta de interoperabilidad entre validadores y auditorías de obras sociales impide que todas las farmacias puedan dispensar los medicamentos, lo que complica el acceso”, expresó. A modo de ejemplo, citó el caso de los afiliados a la obra social de Camioneros, que sólo pueden adquirir medicamentos en farmacias con convenio.
Fernández también advirtió que la receta electrónica ha incrementado la carga administrativa en los mostradores. “Al no haber conexión con las auditorías de las obras sociales, las farmacias deben imprimir las recetas. Esto aumentó mucho el trabajo y genera dificultades para la atención”, dijo.
Menor cobertura, más automedicación
El presidente del Colegio de Farmacéuticos explicó que, ante la pérdida de cobertura, muchos pacientes dejaron de concurrir a consultas médicas o abandonaron tratamientos. Esto generó una migración hacia productos de venta libre, que pasaron de representar entre el 10% y 15% del total de ventas a un 20% o incluso 28%.
“Hay más consultas con el farmacéutico, también automedicación, y un aumento en la venta de genéricos. La gente no accede a medicamentos de primera línea porque parte de la población no tiene cobertura”, observó.

En paralelo, Fernández reveló que en los hospitales públicos del conurbano se registró un aumento del 20% en la cantidad de pacientes que habían perdido su obra social, un dato que también explica la caída en la venta de medicamentos en farmacias.
Tensión en las farmacias y pérdida de confianza
La situación ha generado momentos de tensión entre pacientes y farmacéuticos, especialmente con adultos mayores que notan cambios en la cobertura y no comprenden por qué deben abonar medicamentos que antes no pagaban. “El farmacéutico es quien tiene que comunicar la mala noticia, y eso genera enojo e incomprensión. Aumentó la conflictividad en el mostrador”, reconoció Fernández.
En cuanto a la situación de las prepagas, señaló que “la baja es bastante generalizada” y afecta a todas las compañías. “Por ejemplo, afiliados a Osde u Osmecon ya no lo tienen más. No es un caso aislado, es una merma que se da en todas las prepagas”, sostuvo.
Lee también:

También aclaró que las farmacias no fijan los precios de los medicamentos: “Se factura según lo que establece el manual farmacéutico. No hay competencia de precios entre farmacias con cobertura. Todos deben aplicar el mismo valor”.
Críticas al modelo de desregulación propuesto por el Gobierno
Fernández se mostró crítico respecto a la intención del Gobierno nacional de avanzar hacia un modelo de libre venta de medicamentos, similar al de Estados Unidos. “La idea de Milei es bastante absurda. Nosotros no tenemos una seguridad social como la de ese país”, expresó.
Advirtió que la desregulación podría generar desigualdad en el acceso: “Si se desregula, habrá farmacias en centros comerciales y no en barrios alejados. La competencia no baja el precio del medicamento, porque en todas las farmacias cuesta lo mismo”.

También expresó preocupación por la posibilidad de importar medicamentos sin controles de la ANMAT. “Ya vimos lo que pasó con el fentanilo. Un medicamento puede causar la muerte si no hay controles. No es un producto más de consumo, debe tomarse con responsabilidad y bajo supervisión profesional”, sostuvo.
Finalmente, alertó sobre los riesgos de incorporar intermediarios digitales sin garantía de calidad: “No se conoce el origen de los medicamentos ni si hay un profesional responsable detrás. Se está poniendo en riesgo la salud de la población”.
La caída del consumo de medicamentos en el conurbano expone, así, una problemática más amplia relacionada con el acceso al sistema de salud, la regulación del mercado farmacéutico y los desafíos de los modelos propuestos por el gobierno nacional.