Los allanamientos se realizaron en Llavallol
Una organización criminal que operaba bajo la modalidad de «viudas negras» en Palermo fue desarticulada tras una serie de allanamientos realizados en Lomas y otros puntos de la zona sur. ya que sus integrantes son del conurbano. Los operativos fueron llevados a cabo por la Policía de la Ciudad.
Las detenciones se concretaron durante operativos simultáneos que incluyeron procedimientos en Llavallol como así también en Lanús. Los detenidos son una mujer de 38 años y un hombre de 47. Serían parte fundamental de la organización criminal.
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Medicamentos, tecnología y documentos falsificados
Durante los allanamientos, se logró incautar un importante volumen de elementos que reforzaron la acusación contra los implicados. Entre los objetos secuestrados había dispositivos electrónicos, medicamentos de prescripción restringida y documentación apócrifa.
La mujer arrestada habría sido la encargada de conseguir recetas médicas truchas para adquirir los somníferos con los que dormían a sus víctimas. Por su parte, el hombre se ocupaba de reducir los bienes robados. Ambos cumplían roles precisos dentro de una estructura que funcionaba con total organización.
Una investigación que comenzó con una denuncia
El origen del caso se remonta a principios de año, cuando un hombre denunció haber sido víctima de una viuda negra tras un encuentro en Palermo. A partir de ese momento, se inició una investigación que permitió reconstruir cómo actuaba la banda y dónde se refugiaban sus integrantes.
Las tareas de inteligencia revelaron que el grupo contaba con una logística aceitada: usaban recetas falsas, elegían blancos específicos a través de redes sociales y se movían en autos solicitados por aplicaciones para dificultar su rastreo. Las cámaras de seguridad también fueron clave para seguir sus pasos.

Un circuito delictivo con centro operativo en el sur del conurbano
Aunque los delitos se cometían en barrios de alto poder adquisitivo de la Ciudad de Buenos Aires, las conexiones, los domicilios y los movimientos principales de la banda tenían epicentro en el sur del Gran Buenos Aires. Lomas de Zamora aparecía como uno de los puntos neurálgicos de la organización.
En esa zona residían los ahora detenidos y desde allí se coordinaban parte de las acciones. La mujer, por ejemplo, utilizaba farmacias del conurbano para obtener los fármacos con los que adormecían a las víctimas. El hombre, en tanto, operaba con contactos para vender los objetos robados.

Una banda que ya tenía antecedentes y nuevas pruebas clave
La caída de estos dos sospechosos se suma a la de una joven capturada en febrero, quien ya había sido acusada de haber participado en un robo similar. Esa detención había sido el primer paso para seguir el rastro del resto de los implicados, que finalmente fueron ubicados en la región.
Entre los elementos tecnológicos incautados había celulares, notebooks, una tablet y un CPU con archivos digitales que incluyen mensajes entre los miembros del grupo y registros de contacto con potenciales víctimas. El caso quedó a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 9.