El tranvía de tracción a sangre que unió Turdera y Temperley: una historia de urbanización y progreso
A comienzos del siglo XX, la localidad de Turdera comenzó a transformarse de una zona de quintas y tierras rurales a un incipiente núcleo urbano. En ese proceso de urbanización temprana, el tranvía de tracción a sangre —tirado por caballos— jugó un papel fundamental como medio de conexión entre el nuevo loteo y la estación ferroviaria de Temperley.
El primer recorrido se realizó el 15 de abril de 1910, aunque fue oficialmente habilitado el 17 de junio de ese mismo año, según consta en documentos de época. El tranvía recorría la calle 9 de Julio (actual Hipólito Yrigoyen) y tenía como principal función acercar a los vecinos de la naciente Villa Turdera a la estación Temperley, desde donde se conectaban con el ferrocarril para dirigirse a otras zonas del conurbano o la Ciudad de Buenos Aires.
Lee también:

“Con la idea de favorecer la rápida urbanización de la Villa, Don Riziero tiende un tranvía de tracción a sangre para unir la estación Temperley con la naciente Villa, habilitado el 17 de junio de 1910”, afirmó el historiador y arquitecto Luis Letizia. Esta iniciativa la impulsó la empresa Tramways de Villa Turdera, vinculada directamente a la administración del loteo que dio origen al barrio, agrega el portal especializado tranviasdecordoba.org.ar.
Su recorrido por la historia
El tranvía fue un visitante habitual de las calles de la ciudad durante más de una década, hasta que dejó de operar a mediados de los años ’20. Su trayecto incluía un pequeño apeadero en la esquina de 9 de Julio y Vicente López, frente a la histórica quinta de los Preti, y desde allí avanzaba hasta 25 de Mayo para terminar en la estación ferroviaria de Temperley, según recordó en su momento el historiador Aquilino González, presidente de la Asociación Amigos del Tranvía.
Del otro lado del recorrido, la terminal en Turdera se encontraba en la manzana irregular delimitada por las calles Luis Puig, Santo Tomás y Alvarado, donde actualmente se encuentra la Sala de Primeros Auxilios General Don José de San Martín.

Con el paso del tiempo, el servicio fue adaptándose a las necesidades de los vecinos. En un artículo de investigación, Letizia detalla que el 30 de octubre de 1913 se solicitó la extensión de nuevos ramales y su electrificación, proyecto que comenzó a concretarse al año siguiente. El 8 de febrero de 1914, por ejemplo, comenzaron los servicios cada hora hasta el anexo del Hospital Español de Temperley, inaugurado un año antes.
Aunque desapareció hace ya un siglo, el tranvía de Turdera representa una etapa clave en la historia de urbanización del sur del Gran Buenos Aires, y su paso por las calles de Temperley aún perdura en la memoria histórica de la región.