El Ministerio de Trabajo emitió un dictamen en contra de la empresa y el gremio exige el cierre del conflicto.
La crisis de Bridgestone en Argentina sigue sumando capítulos. La empresa había solicitado reabrir el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) para avanzar con más despidos, pero el Ministerio de Trabajo rechazó su pedido. Según el dictamen, la multinacional no logró demostrar con pruebas concretas la crisis económica que argumenta.
Desde el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) apuntan contra la compañía y exigen que se cierre de inmediato el proceso. Para el gremio, la situación es clara: Bridgestone quiere flexibilizar condiciones laborales y despedir personal sin justificación. Mientras tanto, el conflicto se encuentra en una fase clave que definirá el futuro de cientos de trabajadores.
MINISTERIO DE TRABAJO duda de Bridgestone
Bridgestone sostiene que su producción está afectada por la caída de la demanda y la crisis económica. Pero el Ministerio de Trabajo revisó su documentación y llegó a una conclusión tajante: la empresa no pudo demostrar un deterioro real en su actividad.
El dictamen oficial señala que no hay diferencias significativas respecto al proceso preventivo de crisis que cerró en 2024. Aun así, se abrió una nueva instancia para que la empresa presente más pruebas que respalden su postura. Esta medida le da un respiro a Bridgestone, pero prolonga la incertidumbre para los trabajadores.
El sindicato, por su parte, no quiere perder más tiempo. Alejandro Crespo, secretario general del SUTNA, envió una carta documento a Trabajo exigiendo el cierre inmediato del proceso. “A un mes de la notificación, la Secretaría de Trabajo dejó en claro que Bridgestone no ha conseguido acreditar crisis alguna”, expresó el gremio en el documento.
Crisis de Bridgestone: el sindicato no baja la guardia
Para el SUTNA, el objetivo de Bridgestone es claro: despedir a 290 empleados, reducir salarios y precarizar condiciones laborales. Desde el gremio denuncian que la empresa intenta justificar estos ajustes con un “relato” de crisis que culpa a los trabajadores por una supuesta falta de productividad y exceso de reclamos salariales.
Además, remarcan que la Secretaría de Trabajo le dio más de un mes a la compañía para presentar pruebas, pero que ni siquiera con ese plazo logró demostrar la crisis que dice atravesar. “Este pedido es improcedente y debería rechazarse de inmediato”, señalaron desde el sindicato.
Mientras tanto, la negociación paritaria sigue trabada. Bridgestone insiste en que el sector atraviesa una caída significativa en la producción. Ante la falta de avances, el Gobierno convocó una nueva audiencia para el próximo jueves 20 de febrero.